jueves. 16.05.2024

Al acto acudió la homenajeada, Ángela Vallvey. En el interior de la bodega, en su planta baja y entre inmensas tinajas que años atrás albergaron el caldo que inspira a poetas, un gran número de valdepeñeros se daban cita para escuchar de los labios de la poeta y escritora manchega, sus propios versos.

Antes de comenzar la tertulia hablamos con la escritora quién indicó que todo lo que expresa sobre Valdepeñas son emociones que anidan en su corazón, y que le han hecho crecer en esta ciudad donde todos sus recuerdos son buenos. “Fui feliz en esta ciudad, es mi ciudad porque ese título de propiedad no te lo dan sellado, es una parcela de tu alma que arraiga en un lugar y aquí arraigó la mía. Me ha hecho mucha ilusión volver”, recordó Ángela.

Para Vallvey, Valdepeñas es una ciudad culta porque es muy notable su querencia por las artes: “Valdepeñas tiene ese caldo de donde surge la palabra, las artes, lo que hace noble al ser humano. Hago esa unión entre el vino y la cultura, como las viñas que van en fila, ordenadas, así el ser humano ha puesto orden en la vida. Uno da el salto al arte, letras, pintura y eso está en Valdepeñas y yo me siento orgullosa de ello”.

En el acto poético  estuvo Jesús Martín, alcalde de Valdepeñas, quién destacó el brindis de Ángela en los Actos Institucionales de las Fiestas del Vino: “cuando se hace emoción y literatura a la vez, ambas cosas nos llevan a conocer los sitios. Ella conoce Valdepeñas y es generosa con ella y nosotros venimos a devolverle los versos que ella nos ha dado”.

Agustín Gil del Pino, nombrado hijo predilecto de Valdepeñas y miembro del grupo A-7, también habló de los poetas que cada año visitan esta tertulia literaria: “si en la bodega es verdad que tenemos una puerta muy grande, vosotros la hacéis más grande y más entrañable, cuando nos dedicáis parte de vuestra alma, que son los versos. Eres, además de poeta, alguien que ha escrito sus primeras letras en esta ciudad y te consideramos más parte de ella”.

De nuevo entramos en el templo de la poesía del Grupo A-7 y subimos a la planta de arriba, a la boca de las tinajas cuyo cuerpo reposa en la planta baja. Allí un gran número de valdepeñeros esperan el comienzo del acto, mientras la guitarra de Cristino Quintana y las voces de sus acompañantes deleitan el ambiente. El encargado de abrir el vaso XIII fue Julián Creis, del Grupo A-7. Tras escuchar la lectura de los poemas los asistentes pudieron degustar un vino de honor con sabor a poesía, cultura y buen gusto.

Poesía y vino se funden en bodegas A-7