Por un lado, el Resucitado sale de la parroquia del Santísimo Cristo de la Misericordia para pasar por las calles Constitución, Cristo y Real.
Un cuarto de hora más tarde hace lo propio la Virgen de la Cabeza, que sale de la ermita de la Virgen de la cabeza para pasar por la calle Virgen hasta llegar al Convento.
Es entonces cuando los fieles vitorean a los dos pasos, que se encuentran en el convento de los Padres Trinitarios al son de la música de las bandas de cornetas y tambores Jesús Nazareno Rescatado de Valdepeñas y la Agrupación Musical Maestro Ibáñez.
Después de celebrarse el momento más aclamado, la procesión, con las dos imágenes del Resucitado y de la Virgen de la Cabeza, desfilan de nuevo por las calles Virgen, Mesta, Seis de Junio y llegan de nuevo a la ermita de la Virgen de la Cabeza.
Finaliza así una Semana Santa inédita en la que ninguna procesión se ha tenido que suspender a causa de la lluvia y que ha gozado de un tiempo veraniego que ha hecho que los fieles salgan a la calle para dar vida a la celebración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.