Para este Massey Ferguson las dificultades no hacen otra cosa que embellecer su hazaña. Cuantos más problemas, más hermosa. El equipo ha alcanzado un estado anímico en que nada le parece imposible, ni siquiera vencer al líder.
No hablo de fútbol sala, de juego, de esa combinación armoniosa que nos empeñamos en exigir a los que ganan. Estoy hablando de una clase de determinación, tan poderosa, que se lo lleva todo por delante. El Massey ha decidido jugar los playoffs de ascenso y no hay nada capaz de detener eso, o no lo parece.
Se había cumplido el minuto cinco cuando Joan recuperó un balón en el centro del campo y se inventó un contragolpe perfecto. Corrió y marcó con la derecha de un solo toque, impecable. El segundo gol llegó cinco minutos más tarde y arrancó en un robo de Miguelito que él mismo ejecutó con la facilidad de los especialistas en el uno contra uno.
Entre tanta fiesta, el Massey Ferguson tendrá que agradecer al Brihuega su formidable oposición, una resistencia que engrandece el triunfo de los de Raúl Aceña. Nacho recibió y, tras insistir, encontró el hueco para batir a Pepote. Y antes del descanso, los alcarreños volvieron a marcar. Fue en un barullo en el área valdepeñera, en el que el autor del gol fue Pepe.
Creo que ni eso quebrantó los ánimos locales. A quien le ha costado tanto entusiasmarse le resulta difícil recordar dónde guardó los miedos. Así, ya en el segundo acto, Fer puso a prueba a Lozano con una buena llegada y después Borrell hizo lo propio con un remate al larguero. Cuestión de tiempo.
Con el partido inclinado hacia el Massey, Akira ponía el tercero. Un pase de Joan al japonés que marcó solventando las dificultades, que eran varias. La mayor: que apenas había ángulo. El resto fue un monólogo de los azulones. El tiro definitivo lo dio Fer, aprovechando que los visitantes jugaban con portero-jugador, en un gol por bajo que subió hasta el cielo. Allí se encuentra, ahora mismo, el Massey. A ver quién lo baja.
Ni siquiera el postrero gol del jugador briocense Nacho -tras el saque de una falta- calmó la fiesta que se vivía en el pabellón. Con los resbalones de los demás equipos que luchan por los playoffs, el Massey Ferguson amplía ventaja con sus perseguidores. El final ha sido feliz y la alegría de los jugadores con el pitido final lo demostraba. El Massey ya ve la meta.
