lunes. 29.04.2024
DEPORTES

La realidad del Fútbol modesto

El fútbol modesto va camino de convertirse, mejor dicho se ha convertido ya, en un vía crucis de laberintos interminables de ingeniería económica para sus dirigentes. El sueño de muchos aficionados de pueblos o pequeñas ciudades e incluso barrios de tener el orgullo de que su equipo ya no que esté representado honrosamente en la categoría que se pueda permitir económica y deportivamente, si no la subsistencia material de que sus colores puedan ir representando por su provincia, región e incluso a nivel nacional se está convirtiendo en toda una quimera. Creo que todo esto merece un respetuoso análisis.

fotos juego molineta (Copiar)

Hay cuatro  pilares fundamentales para sostener un club deportivo en este caso un club de fútbol, futbolistas, club, afición y soporte económico.

FUTBOLISTAS. Es el pilar fundamental para  formar un club, puede haber una gran afición y tener un gran club y poder económico pero si no hay jugadores no hay fútbol, atrás quedaron los tiempos de que incluso en tercera división el futbolista vivía del fútbol, muchos recordamos que los jugadores  que jugaban en el C.D. o C.F. Valdepeñas venían de fuera y eran poco menos que profesionales. Hoy estamos muy alejados de aquello, ahora en tercera división son muy pocos los elegidos que se puedan permitir vivir del deporte rey y ya no digamos en categorías inferiores, que el 99 % juega por afición costándole el dinero y muchos jugándose el físico (nunca mejor dicho) en sus trabajos. El jugador de fútbol modesto juega por que tiene afición, lleva jugando desde los siete u ocho años en las escuelas deportivas de su pueblo, lleva el fútbol de competición en las venas y a lo sumo puede cobrar el desplazamiento de entrenamientos y partidos si juega en algún club cercano de su localidad.

CLUB. Definición: asociaciones de recreo cuyos fines son de las más diversas actividades sociales de esparcimiento, culturales, deportivas..., y como toda asociación para realizar esas actividades necesita de una dirección que organice, procure financiación y gestione actividades y recursos económicos. Esa gestión en un club de futbol recae en una directiva que se hace cargo para afrontar los interminables problemas que requiere la situación actual económica y social. Hoy los dirigentes y personas vinculadas al fútbol modesto, en un alto porcentaje, se hacen cargo de estos “sinsabores” por roce directo desde la base en las escuelas de fútbol, son padres o familiares que van viendo como sus hijos suben de categoría  por edades y un día se dan cuenta que si el equipo de la localidad (que hoy se nutre más del 50 % de los chavales de las escuelas) pueda seguir avanzando depende de esos padres que se sumen al proyecto del club, cuando te das cuenta estás metido hasta las cejas. Las complicaciones son manifiestas y son a razón de la “grandeza” del club y la magnitud de sus proyectos. Las directivas de los clubes modestos tienen verdaderos problemas para sacar deportiva y sobre todo económicamente, no ya el poder ir mejorando los proyectos, si no la subsistencia de dicho club.

AFICIÓN. Es el amor a unos colores a un pueblo, ciudad o barrio lo que fundamenta que un aficionado semana tras semana haga frío, lluvia o calor se desplace fuera o en casa solo con los suyos o con sus amistades, con las peñas, en resumidas cuentas: es el alma de cualquier club de fútbol. En este caso en los clubes modestos con más énfasis porque todo es más precario que los grandes clubes, proyectos, campos etc.… pero los verdaderos aficionados siempre están ahí, con los suyos, en la actual coyuntura en la que los medios de información lo acaparan todo, en el que te ponen partidos a todas horas de la élite mundial, ¡cuánto daño está haciendo todo esto al fútbol modesto!, que el aficionado desde su casa o en el bar de la esquina pueda ver el partido a la carta olvidándose de las inclemencias del tiempo, claro que el poder asistir a un encuentro de fútbol aunque sea en estas categorías en vivo es un plus que no lo tiene el televisado. Créanme el aficionado que quiera a su equipo de su sangre, porque podremos ser del Madrid o del Barsa o del atleti, pero nuestro equipo del alma es el nuestro, de nuestro pueblo, barrio o ciudad.

ECONOMÍA. En una sociedad de consumo la economía es vital, dentro de esa sociedad está el fútbol modesto que tiene que subsistir como puede, como cualquier hijo de vecino. Los gastos de un club son innumerables: fichas,  balones, material y equipamiento de partido como de entrenamiento, ropa de partido como de entrenamiento, instalaciones, desplazamientos, arbitrajes, sueldos entrenadores, jugadores, etcétera. Atrás quedaron los tiempos en que el soporte económico de la afición era fundamental, socios, taquillas... Hoy en día los clubes tienen muy pocos socios y las entradas son ridículas, por ejemplo, en segunda "B" hay taquillas de 200 o 300 personas, en el grupo nuestro de tercera división a lo más que se llega es a 800 personas en algunos campos privilegiados que lo más normal es que vayan 200, 300, a lo sumo 400 personas, esto quiere decir que a la financiación hay que ir sumando por  otro lado (mejor dicho por muchos lados). “Un grano no hace granero pero ayuda al compañero” subvenciones, publicidad de las empresas, sorteos de loterías, cuotas de socios, patrocinadores..., en fin toda una maniobra económica para que el club pueda seguir viviendo.

El fútbol modesto está en un momento delicado, la desaparición de grandes clubes de nuestra provincia lo demuestra: el C.D.Puertollano, el Gimnástico Alcázar son un ejemplo, por las malas gestiones económicas, es un tópico pero es la pura verdad, en una familia si gastas más de lo que ingresas no llegas a fin de mes y los cobradores del frac te aporrean la puerta. El C.D. Valdepeñas va por el buen camino y para que no haya reveses hay que tener los pies en el suelo y saber a lo que puede aspirar cada club, de esa manera se podrá llegar, en un futuro próximo, a la ansiada tercera división y recordar ¡¡¡JUNTOS VOLVEREMOS!!!

 

La realidad del Fútbol modesto