Será el viernes 10 de febrero a partir de las 20:30 horas en el salón de actos del colegio. Es una actividad exclusiva para socios del AMPA.
EDUCAR CON EL CEREBRO EN MENTE.
Todos sabemos que los bebés de un año no son iguales que los niños de 5 años o los niños de 10 años. Entendemos que sus necesidades son diferentes, y no los tratamos igual. Esto es fácil porque las edades a comparar son dispares. Hay diferencias obvias desde el año a los 5 años, y de los 5 años a los 10 años. Lo primero de tamaño. Ahí entendemos, por ejemplo, que sus necesidades nutricionales no son las mismas. También que sus habilidades motrices cambian y se amplían con la edad. Y sus capacidades cognitivas. Sin embargo en numerosas ocasiones, a los adultos esto se nos olvida, y demandamos a los niños capacidades que todavía no han adquirido (“Escúchame atentamente” y les soltamos un discurso a un niño de 3 años); Cuando los niños no responden (hacen exactamente lo que acabas de explicar que no hagan), generalmente nos frustramos, y les atribuimos otras nuevas capacidades para explicar lo que ocurre (“este niño no hace ni caso”, “me toma el pelo”, “se ríe de mí”...).
A lo largo del desarrollo se van adquiriendo capacidades que son resultado de grado de desarrollo que tiene nuestro cerebro, y de la interacción del niño con su ambiente. Por tanto, entender nuestro funcionamiento cerebral, puede darnos muchas pistas para entender el comportamiento de los niños, y poder poner en práctica estrategias adecuadas.
Si un niño de 3 años pide que repitamos una vez y otra vez la misma historia, puede resultarnos tedioso y aburrido. Pero si sabemos que de esta forma estamos incidiendo en su memoria, que contribuimos a que desarrolle su capacidad de atención, y que les ayuda a elaborar lo que ocurre, nuestra percepción de la situación cambia, por lo que cambia nuestra vivencia y nuestra forma de gestionarla.
Podemos establecer tres períodos diferenciados de edad, en los que las estrategias pueden ser diferentes. Las necesidades y el desarrollo de los niños de 0 a 3 años, necesita de adultos que entendamos a un nivel más emocional. De hecho, esta es una etapa crítica en muchos aspectos. Sin embargo de los 3 a los 6 años, se van adquiriendo nuevas capacidades que necesitan irse integrando con las anteriores, y tienen otras necesidades que han de ser atendidas, ya que son los cimientos de los futuros aprendizajes. Y obviamente, de los 6 a los 9 años, o de los 9 a los 12 años, atendemos otras necesidades y cuentan con otras capacidades.
El cerebro es el gran desconocido. El conocimiento científico ha avanzado mucho, y nos posibilita entender el funcionamiento de uno de los órganos más importantes y más complejos del ser humano. Como padres y educadores, tenemos la posibilidad de conocer y entender mejor no sólo el comportamiento de nuestros niños, sino también el nuestro propio. También nos permite poder establecer estrategias eficaces a la hora de abordar situaciones o comportamientos que a priori entendemos como inadecuados o problemáticos. Pero sobre todo, a prevenir y educar de una manera más acorde a las necesidades del niño.
De todo esto vamos a hablar este viernes a las 20,30 h en el C.E.I.P. “Luis Palacios”, a todos los padres y educadores de este cole, gracias a la invitación del AMPA de este centro.
Begoña Sánchez Fernández.
Psicóloga. Psicoterapeuta. Gabinete de Psicología “Vínculos”
Pueden contactar conmigo en [email protected]
