Ayer por la tarde los alumnos y profesores que participaron en el Erasmus+ del IES Bernardo de Balbuena de Valdepeñas, celebrado en 2017/2018, expusieron el proyecto final ante los padres de esos alumnos y hoy lo harán ante los compañeros del centro.
En 2016 se hizo la reunión transnacional a Francia, en mayo de 2017 se llevó a cabo la primera de las tres movilidades previstas en este proyecto, y fue a Suecia, después en 2017 los alumnos, tanto de este país como de Francia visitaron España en el mes de noviembre, y en mayo de 2018 los alumnos del Balbuena trabajaron el Erasmus+ en la Alta Normandía (Francia), junto a sus compañeros suecos y franceses.
Para la coordinadora del proyecto en este instituto, Eva María Jesús Morales, el objetivo de presentar este proyecto final era dar a conocer las tres movilidades protagonizadas por el itinerario de este proyecto Erasmus+ que ha durado 2 años y que se llama “Living and working together: sharing and caring” (Viviendo y trabajando juntos: compartiendo y cuidándonos) y a través de unos ejes transversales como: la historia que nos une, la gestión de los recursos naturales , el uso de las tecnologías, la vida diaria y la comparativa de distintos sistemas educativos y la ciudadanía europea “hemos trabajado desde el objetivo de la cooperación entre alumnos de distintas nacionalidades para llegar a comprender lo que nos une más allá de lo que nos separa”, explica Eva María.
En la charla para los padres, los alumnos han contado la experiencia vivida en la elaboración de cada producto final: una encuesta sobre los recursos naturales que visualizaron en un vídeo, un Storyboard para hacer una grabación a propósito del trabajo colaborativo en un partido de fútbol, un Boardgame, consistente en un trivial con preguntas de cultura, naturaleza , historia y ciudadanía de los tres países del proyecto, un Flashmob con una música y coreografía de una canción del Erasmus, proyectos deportivos y competición de debate sobre tecnología, deberes en los distintos países, además de ventajas e inconvenientes de pertenecer a la Unión Europea.
Tras exponer los proyectos hablaron de los trabajos de campo como: la salida a Rouen, a la Torre del Agua para ver la gestión de los acuíferos en París, y finalmente la vida en las familias.
Los padres asistentes rellenaron un cuestionario que incluía una serie de reflexiones sobre el impacto final del proyecto en su conjunto: “Con este cuestionario se trataba de valorar si se habían cumplido los objetivos del proyecto inicial, tal cual se concibió hace ahora dos años, también valorar el grado de vinculación de estos productos finales con los ejes que han guiado el proyecto, cuáles de ellos les han ayudado más a desarrollar sus competencias comunicativas en lengua inglesa, si se embarcarían en otro proyecto de similares características, como lo ven de valioso para el crecimiento personal de sus hijos, impacto en la familia, en el centro”, ha recordado la coordinadora del proyecto del Balbuena.
Según Eva, el informe final de este proyecto se tiene que remitir a la Unión Europea “puesto que se ha hecho con fondos de la misma”, y eso se hace a través de la SEPIE (Servicio Español Para la Internacionalización de la Educación, Erasmus+, Erasmus). En este informe hay varios apartados que cubrir, como: el grado de adecuación a los objetivos, la difusión de la evaluación del proyecto, grado de impacto, sostenibilidad en el centro y comunidad educativa.
Finalmente, Eva, nos hace una valoración de esta experiencia, calificándola de “muy positiva, sobre todo por lo que ha supuesto para los alumnos, como el hecho de abrir sus horizontes hacia una experiencia europea, que hayan aprendido a adaptarse a situaciones que no estaban, inicialmente, bajo su control y que luego han formado parte de su cotidianeidad, que hayan adquirido seguridad en sus habilidades comunicativas en otro idioma, que hayan entendido que por encima de las diferencias hay muchas más cosas que nos unen, que cosas que nos separan, porque todos tenemos las mismas necesidades, los mismos sueños..”
En cuanto a la experiencia de los profesores, igualmente la ha tachado de positiva, recordando cómo “hemos compartido distintas experiencias en educación, intentando abordar de forma conjunta la problemática que se nos ofrece en una Europa del presente y del futuro, algo que siempre es muy enriquecedor para todos”.
Experiencia de los padres
Tras conocer la experiencia de alumnos y profesores, ahora nos toca a los padres aportar nuestro granito de arena a este Proyecto Erasmus+ del Balbuena. Soy Lola, la redactora de este artículo y madre de alumno integrante del Proyecto. Para nuestra familia el hecho de acoger a un niño francés durante 9 días en casa, fue toda una experiencia, buena y enriquecedora, era como aumentar la familia con un hijo más y con la misma responsabilidad. Aprendimos que, como dice Eva, hay más cosas que nos unen, que cosas que nos separan. Entablamos una bonita relación con sus padres, con la suerte que la madre hablaba también, además de su lengua el francés, español e inglés, fue fácil, incluso cuando hablábamos por videollamada.
Vimos como nuestro hijo estaba encantado e implicado en el proyecto y que el hecho de conocer a otros chicos y chicas de países como Francia y Suecia, le enriquecía cada día. Hablar con ellos en inglés le ha ayudado a soltarse cada vez más, incluso en las redes sociales que mantienen en común y que esperemos les duren años. Una experiencia que ni él ni nosotros olvidaremos, porque abrirse a otras personas, conocer su entorno, su vida, su ambiente, a sus familias, es tan entrañable como auténtico. Si me preguntas, si este tipo de proyectos son necesarios, te diré: "son imprescindibles".
