Llegaron a Valdepeñas la tarde del día 15 para hospedarse en los hogares españoles de sus Exchange partners. El viernes siguiente un autobús de 80 plazas partía hacia las monumentales Úbeda y Baeza, cargado de ilusión. Durante el fin de semana las familias españolas los acompañaron a conocer cómo la vida fluye en el pueblo manchego de sus abuelos, crisol de tradiciones que pervive al amparo de los nuevos tiempos.
El lunes retomaron su itinerario hacia la Córdoba califal, cuya mezquita hizo las delicias de los británicos en su Grand Tour por el rico legado musulmán en nuestro país, orgulloso de su diversidad y riqueza en matices. El martes se adentraron en la economía local y sus pilares, para lo que contaron con la inestimable colaboración de la cooperativa de aceite Colival y la finca de las Agrupadas, disfrutando de la degustación del aceite de primer prensado y el queso manchego artesano, respectivamente. El día siguiente los humedales manchegos se revelaron en toda su magnificencia a través de la visita a las Tablas de Daimiel y el centro de interpretación del agua, donde conocieron la exposición organizada en torno al Agua en el Quijote, con motivo de la conmemoración de la segunda parte de la obra culmen del homónimo de Shakespeare. Todo iba sobre ruedas, como una corriente vivificadora que discurría por nuestras venas, cuando el día 22 tuvieron que decirles adiós o, mejor, “see you in March”.
Comienza ahora la segunda fase del intercambio, llena de preparativos para el viaje en la segunda quincena de Marzo, teniendo aún en la retina el recuerdo de las últimas imágenes y palabras antes de partir hacia el aeropuerto.
Desde el IES Bernardo de Balbuena dan las gracias a todos los alumnos y familias participantes, a los profesores implicados, Teresa Santolino, Gonzalo Blas, José Luis Crespo, al equipo directo por su apoyo incondicional, y a todos los amigos que siempre están ahí, “pues entre todos hacemos de este sueño una realidad en la sonrisa de cada niño y el agradecimiento de cada familia”.
