martes. 23.04.2024

Hablamos sobre niños con altas capacidades con la presidenta de FACTO (Asociación de apoyo a las familias con altas capacidades de Castilla-La Mancha), Mar de Gabriel, quién el próximo miércoles 17 dará una charla en el IES Gregorio Prieto de Valdepeñas sobre este tema, en sesión de mañana a las 12:00 horas y en sesión de tarde a las 16:00 horas.

¿Cómo comenzáis con FACTO?

Pues todo comenzó porque yo tengo un hijo con altas capacidades, que descubrimos cuando el niño tenía 4 años. Con esa edad comenzó a llamar la atención de distintas maneras, entre ellas no querer ir al colegio. Y como era mi primer hijo pues no tenía mucha experiencia, así es que comencé a ir a tutorías y hablar con profesores del colegio para ver que le pasaba. Algunos familiares me decían que igual le hacían bullying en el colegio, pero yo veía que eso no era posible porque el niño socialmente sí que se integraba con otros niños, en cumpleaños, en el patio del colegio. Lo cambié de colegio y, aunque le gustaba ir, pero seguía igual. La orientadora me llamó y me dijo que iban a hacerle unos test, tras llevarlos a cabo me dicen que mi hijo es un niño con altas capacidades, algo que yo no relacionaba con ese comportamiento. Así es que empecé a indagar, busqué asociaciones, actividades y gente que estuviera en mi situación, pero al principio las madres a las que se lo contaban me decían que no lo contara porque “la gente me iba a mirar mal”, y así lo hice. Pero al cabo de un tiempo decidí contarlo a amigas, conocidas y de pronto empezaron a salir personas que tenían situaciones similares, y cuyo modus operandi era el mismo.

La que hoy es la vicepresidenta de la asociación, Eva, es una mamá cuyo hijo también tiene altas capacidades y ambas comenzamos a investigar y decimos montar primero un Facebook, que tuvo muchas entradas, pero nadie se implicaba. Al final montamos la asociación FACTO, integrada por madres y padres con hijos con altas capacidades.

¿Cuántas delegaciones tenéis?

Además de Toledo, tenemos en Guadalajara, en Ciudad Real estamos intentando ubicarnos, en Cuenca estamos empezando y en Albacete han decidido organizarse como asociación propia, pero tenemos un convenio de colaboración para darles el servicio, papeles e información para trabajar en conjunto.

Se trata de hacer un núcleo potente, con suficientes familias, que sea representativo para que la administración se de cuenta que no está hablando de tres niños en un colegio, sino que hablamos de muchos.

¿Un niño con altas capacidades es un niño con alto rendimiento?

No es lo mismo. Hay que diferenciar entre alta capacidad y alto rendimiento, lamentablemente.

La alta capacidad es el niño que demuestra o puede demostrar tener un talento en el 10% superior, en una o varias áreas.  Es lo mismo que ser “superdotado”. Hay quien piensa que son niños sobre estimulados por los padres para que alcancen esa alta capacidad, y eso no es así. Tú puedes enseñar a un niño matemáticas, pero no le enseñas, por ejemplo, el origen del Universo, y sin embargo, el “se está preguntando cual es el origen del Universo”.

¿Cómo os enfrentáis a esas posibles preguntas “difíciles” que os pueden hacer?

Pues diciéndoles que no sabemos, sino la sabemos y poniéndolo en contacto con quienes saben sobre ese tema que a él le interesa. Estos niños no es que estén en clase y no quieran aprender sobre lo que se está explicando, es que simplemente desde la primera frase ya han entendido el concepto y quieren ir a más.

¿Cuál es el objetivo de la charla que vas a dar en Valdepeñas?

La administración está sensibilizada con el tema, pero sabemos que el proyecto educativo que se mantiene en Castilla-La Mancha es general y pretende ser inclusivo, pero en una línea que no es correcta, no estamos acertando en la línea de inclusión. Por ejemplo, se valora una inclusión como que un colegio tiene una rampa, eso es un cole con rampa, no un colegio inclusivo. Estas atendiendo a un problema físico, que está muy bien, pero a nivel de aula no se atiende a todos los tipos de niños que se puedan presentar. Se busca un término medio, pero ¿quién está ahí?. Porque un esquema educativo que no alcance para niños con altas capacidades, que sea relativo para niños con capacidad media y que sea también relativo para niños con capacidad baja, pues igual estamos fallando demasiado.

Desde la asociación lo que queremos es que se visibilice a nuestros hijos, sensibilizar sobre el tema y que somos parte de ese alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo.

¿Por qué necesita ese apoyo el niño o niña con altas capacidades?

Pues muchas veces hasta para aprobar, porque  a veces tienen tal caos mental que no son capaces de responder a determinadas preguntas, simplemente porque el espacio donde debía contestar “es muy pequeño” y no puede sintetizar, quiere contar más.

En cuanto a cifras de detección de este tipo de niños en Castilla-La Mancha son bastante pobres ¿Cuál crees que es el mayor problema para detectar ese tipo de niños?

Pues el primer problema que hay es que se busca otra cosa, es decir, buscamos a un niño con todas las respuestas, un niño que hace todas las tareas que se le mandan, un niño que saca siempre buenas notas, que habla bien con los adultos, trata bien a sus compañeros, en definitiva, buscamos un niño robot, y eso no existe.

Son niños con los que no funciona la repetición y la rutina, tienes que estar con ellos siempre con retos, quieren saber más, necesitan que se abran más las clases y que ellos también puedan volcar información.

Estamos acostumbrados a pensar que el estereotipo de niño superdotado es el típico con gafas, con el libro todo el día en la mano, torpe a nivel psicomotor, algo que no es así. ¿Cuáles son las características más comunes de estos niños?

Como características generales es complicado definirlo porque cada persona es un mundo. Es cierto, que tienen una capacidad muy grande de abstracción y de profundización en cada conocimiento que hacen la primera vez.  Normalmente, cuando saben suficiente de un tema y creen que no pueden evolucionar más en el mismo, se aburren del todo, ya no quieren saber más y cambian a otro. Del otro tema ya se todo y ahora voy a aprender del nuevo que me interesa. Eso se convierte en una obsesión.

Suelen tener una capacidad de concentración muy alta, pero no necesariamente en lo que nosotros queramos.  Por ejemplo, un niño en clase que la profesora está explicando que 2 + 2 son 4, como él ya se lo sabe, ese niño está concentrado en, por ejemplo, la luz que entra por la ventana y como refleja en la mesa y se está preguntando el por qué de esa acción.

Son niños que suelen dormir mal porque después de todo lo vivido durante el día sus cabezas se activan, incluso pueden tener la autoestima baja y eso se lo provoca el saber que son diferentes y no entender el por qué.

¿Existe actualmente una normativa que cubra las necesidades de estos niños?

No, y la que hay está obsoleta, es muy genérica. Ahora mismo se está en el proceso de crear nuevas leyes e igual con un poco de suerte las hacen antes de las elecciones. Sabemos que están en proceso, que hay un borrador de ley y esperamos que se regule y que vayan a favor de trabajar en el aula de una manera más inclusiva. Es cuestión de modernizar métodos. Todo va avanzando, pero la escuela en este sentido no.

¿Qué tipo de respuesta se debe dar a estos chicos?

Para empezar la comprensión, que un niño con alta capacidad no lo sabe todo y necesita refuerzo, igual o más que el resto de niños, porque dudan más de sus capacidades, son más existencialistas, con mentes más abstractas y tienen sensación de inseguridad, de insatisfacción y eso les llega antes que a otros niños. Además son muy sensibles. Se les debe reconocer cuando hacen una cosa bien, que cuando levantan la mano se les busque. Eso es muy importante para ellos.

Es un tema que hay que trabajarlo, más que nada por la propia estabilidad emocional del niño como persona, para que el aprenda y sea alguien en la vida, y para que la escuela sea mejor.

¿A qué problemática se enfrentan estos niños?

Vivimos en una sociedad en la que se ha instalado la incomprensión, cada vez entendemos menos a los que son diferentes al resto. Y estos niños se encuentran cada día con una incomprensión muy grande, desde los profesores, padres hasta los compañeros. Esto puede llevar a temas tan delicados como el bullying.

Se trata de toda la sociedad, de un trabajo combinado entre padres, profesores y entorno del niño.

¿Cómo vivís los padres el hecho de tener un hijo con alta capacidad?

Como padres, la mayoría de las veces, es muy desesperante, te acabas acostumbrando a unas cosas, a otras hay rachas. Es una sensación agridulce.

Finalmente, Mar apunta que otra de las cosas que hay que hacer es enseñar y no tanto evaluar. No se trata de estar continuamente evaluando, porque con ello estamos cuestionando si el niño es suficientemente bueno o no, se va a buscar el fallo, y eso hay que evitarlo.

Mar de Gabriel: ‘Los niños con altas capacidades necesitan mucha comprensión’