Se trata de una obra cuyo objetivo principal es concienciar a los más pequeños de la importancia del reciclaje y sobre el mal que causa contaminar mares, río, lagunas, pantanos...
Juan de Dios López, es el director de la compañía El Botón Perdido, y nos explica que se trata de una historia de piratas al uso, donde “hay dos piratas, uno malo y su sobrino que es el bueno. Este último quiere dejar de ser pirata y pretende buscar un tesoro para tener dinero, comprar un barco y limpiar los mares de contaminación, de vertidos, de plásticos…”
Según Juan de Dios el mensaje que se quiere transmitir a los niños es el de que no hay que contaminar, que hay que evitar tirar cosas al mar: “Queremos concienciar para que cuando vayan al mar, al río o a las lagunas, por ejemplo, que recojan todo. Les enseñamos como afecta la contaminación a los peces, a las ballenas, a toda la fauna marina, pero todo ello de forma divertida y pícara, porque el pirata malo tiene ese punto canalla que le va a ir llevando a meterse con los niños. Es una obra que funciona muy bien”.
La puesta en escena es muy original y está hecha a mano, al igual que los títeres y el guión de la obra, por los miembros de la compañía de títeres. Se trata de un barco varado que se ha estrellado contra unas rocas y no puede salir a navegar: “Aquí el pirata malo que no sabe nadar lo tiene todo en contra y entonces el sobrino roba un bote para poder irse a la isla del Coco Viejo, donde está el tesoro y poder llevar a cabo su plan”.
En esta función trabajan el valdepeñero Juan de Dios López, Nacho Pascual y Rodrigo Manchado como técnico.
