Para todo este proceso han contado con la guía de dos ponentes de excepción: Carmen Pellicer y Martín Varela. Un encuentro que según Antonio Torres García, profesor del Colegio de Valdepeñas “ha sido una gran dosis de trabajo en equipo y reflexión conjunta, que remueven al oyente. La inquietud pastoral de las dificultades que hoy supone la transmisión de la fe nos movió a organizar este encuentro, pero la reflexión nos ha llevado a abrir nuevos horizontes. Actualmente debemos de reformular los principios de la pastoral escolar, porque se percibe una cierta crisis en la transmisión de lo que son los principios, valores, medios, disposiciones y actuaciones en el crecimiento de la fe. El análisis nos lleva a descubrir que la actual situación hace que la inteligencia espiritual en las nuevas generaciones no se está cultivando convenientemente. Esta inteligencia es una de las propias del ser humano y necesaria para poder desarrollar su vida plenamente. El reto es cultivar la inteligencia espiritual en nuestros alumnos para que estos sean competentes en el ámbito de la interioridad y la comprensión profunda y englobada de la realidad”, añade Torres.
Durante la jornada se ha hablado de la Competencia Espiritual, que no solo existe, sino que hay sistemas educativos de varios países occidentales en los que esta competencia se entrena y se exige: “Para un desarrollo integral de nuestros alumnos es necesario que los mismos puedan entenderse y emplearse en el ámbito espiritual (o existencial). Este es el umbral de la acción evangelizadora, una acción que supone después otros desarrollos ulteriores, pero sin la puerta de acceso es imposible que se den los demás pasos. Asimismo, sin el desarrollo de esta competencia en los alumnos estos se verán mermados en sus capacidades y posibilidades personales. Por lo que, una acción educativa integral y además cristiana necesitará cultivar, enseñar, evaluar y discernir la Competencia Espiritual. Hoy más que nunca debemos de seguir apostando por una educación integral”.
