Los Jóvenes Amigos del Vino de Valdepeñas celebraron ayer viernes por la noche su tradicional cata de vinos en la que los protagonistas fueron los vinos de la bodega “Castillo de la Duquesa” de Benlloch (Castellón), propiedad del valdepeñero, José Luis Sánchez Jiménez.
Antes de comentar la cata Ainhoa Méndez, la Presidenta de la Asociación, expresó su deseo de que cada vez más gente se inicie en este mundo “incluso aquellos que son habituales en estas catas para que sigan aprendiendo más sobre los vinos que presentamos”.
La bodega protagonista del acto es de Castellón y propiedad del valdepeñero José Luis Sánchez Jiménez, quién hace 5 años tuvo la oportunidad de adquirirla y crear nuevos vinos en esa zona. Para este bodeguero: “Es una zona de tradición de vinos pero estaba un poco dejada y allí estamos construyendo el mundo enológico y creando vinos de alta calidad, es una zona emergente con bastante interés enológico.
Los vinos presentados fueron un rosado de la variedad tempranillo, muy afrutado, rico en aroma, en sabores, con la fruta muy presente, aromática y gustativamente, un merlot con 14 meses en roble francés y un cabernet también con 14 meses en roble francés.
Se trata de vinos muy varietales, con la variedad muy pronunciada, vinos muy elaborados. El propietario de esta bodega explicó que se hace un cultivo de producción integrada basado en la agricultura ecológica, vendimiado a mano, llevado en cajas y cuya producción se limita a 1,5 kilos por cepa. “Estamos hablando de una cepa, una botella. Lo que extraemos de cada cepa es esencia, son vinos de calidad”, recordó José Luis Sánchez.
Para Sánchez los vinos de Castellón son diferentes a los de aquí porque mientras a los de aquí hay que corregirles la acidez, allí se hace de forma natural y permite sin regar el viñedo, aún siendo zona de secano, que se mantenga perfectamente y llegue arriba con la producción: “En Valdepeñas podemos tener de cada cepa 5 o 6 botellas, allí es 1 botella por cepa. Con esto no quiero decir que unos sean mejores que otros, los de aquí son buenos y los de allí también”.
Asimismo, José Luis Sánchez, destacó que este tipo de iniciativas de los Jóvenes Amigos del Vino es muy positiva porque permite abrir el abanico vinícola español y sugirió que habría que abrirlo también a nivel internacional.
“Lo importante es que la gente valore los vinos de otros sitios para comparar lo que se está haciendo y construir entre todos un vino mejor. También es muy importante atraer a los jóvenes al mundo del vino y a través de ello liberar alcoholes superiores que tanto daño hacen”, explicó Sánchez.
Una cata que como siempre contó con la presencia de un buen número de socios y no socios y que estuvo acompañada de aperitivos.
