¿A qué nos referimos cuando hablamos de dieta sana y equilibrada?
Una dieta equilibrada y, por tanto, sana, debe cubrir en nutrientes (hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales, vitaminas, agua...) las necesidades de nuestro organismo para que este funcione adecuadamente. Asimismo, nos permitirá mantener un peso saludable; de sobra es conocido que las personas con sobrepeso u obesidad tienden a sufrir más enfermedades (hipertensión arterial, diabetes, colesterol, varices, enfermedades articulares…) y viven menos años que las personas que tienen un peso ideal.
¿En función de qué aspectos se puede diseñar un menú equilibrado y personalizado?
A la hora de elaborar un menú hemos de tener en cuenta: edad y sexo, estatura, gustos, necesidades energéticas y posibles patologías del paciente. No es lo mismo elaborar un menú para un niño de 8 años que para una señora de 55 años que, además, sea hipertensa y tenga el colesterol alto.
Llega el verano y con él las dietas milagro ¿qué riesgos puede sufrir nuestra salud si las llevamos a cabo?
Como médico, jamás he prescrito ni prescribiré ninguna dieta milagro, pero sí que he visto pacientes que acuden a mi consulta con problemas reales de salud como consecuencia de haber hecho dietas que son auténticas barbaridades; este tipo de dietas pueden derivar en problemas hepáticos, renales, tiriodeos…etc.
Somos lo que comemos y debemos pararnos a pensar en que si tengo sobrepeso u obesidad, y no tengo patología alguna que lo justifique, entonces algo no estoy haciendo bien. En estos casos el problema radica en un balance energético positivo, es decir, como más de lo que quemo .Cierto es que genéticamente estamos condicionados, pero la solución si queremos bajar peso es la misma: balance energético negativo (he de comer menos de lo que quemo ).
Un complemento necesario y vital para una buena alimentación es la práctica de deporte. ¿Con qué periodicidad sería recomendable practicarlo? ¿La gente está concienciada en ello?
Actualmente vivimos en una sociedad sedentaria, que está disparando los índices de sobrepeso y obesidad. Sería muy importante promover la educación en este sentido desde la infancia, tanto por parte de los padres como en los colegios.
En personas adultas sanas es suficiente salir a caminar a un ritmo cardio-saludable entre 4 y 5 días a la semana.
En el caso de personas con enfermedades cardiovasculares, articulares… siempre debe consultarse con el especialista, que le indicará qué tipo de ejercicio y con qué frecuencia puede realizarlo.
Por último, nos gustaría que nos dieras unos consejos para disfrutar de una alimentación saludable este verano, tanto para los mayores, como para los más pequeños de la casa.
Afortunadamente, vivimos en un país en el que la variedad de alimentos a nuestro alcance nos facilita muchísimo poder hacer una dieta sana.
Debemos comer 5 veces al día, es decir, no debemos saltarnos comidas; con ello conseguiremos controlar el hambre y la ansiedad. Saltarse comidas puede favorecer que tengamos hambre antes de la siguiente y, por consiguiente, que acabemos picando y comiendo algún alimento no recomendado.
Alimentos que no pueden faltar en nuestra nevera: Frutas, verduras, carnes (preferiblemente blancas), pescado fresco, aceite de oliva y cereales
Alimentos que debemos evitar consumir: Bollería industrial y azúcares refinados, enlatados, precocinados y grasas animales.
En lo que a bebida se refiere hemos de ingerir un litro y medio de agua diario y evitar el consumo de alcohol en adultos y de refrescos azucarados en niños, sustituyéndolos por zumos de fruta de temporada.
