Las escenas del Belén se inspiran en textos bíblicos y leyendas cristianas, combinan vida popular y ceremonia nobiliaria, lo costumbrista y lo exótico, la referencia culta o la fantasía. La Natividad termina por reducirse a una escena más.
Lo componen casi doscientas figuras que abarcan toda la variedad de personajes y tipos: la Sagrada Familia, el coro angélico, los Reyes Magos y su espléndido séquito oriental; hay, además, pastores, burgueses atildados, artesanos, vendedoras, campesinos, cíngaros y un mendigo. Animales y accesorios (finimenti) contribuyen al abigarramiento y el desorden vital de la composición.