El origen del problema se encuentra en la inflamación aguda de la laringe subglótica con edema de la mucosa y dificultad en el paso del aire, lo que da lugar al ronquido inspirador y a la tos perruna.
Está provocado por virus y se presenta en brotes epidémicos en otoño y comienzo del invierno con más incidencia en niños entre los seis meses y los seis años y en colegios y guarderías.
¿Cómo podemos reconocerlo? Los síntomas más característicos es que está precedido por síntomas catarrales, mucosidad y fiebre. Se produce generalmente por la noche y comienza con dificultad respiratorio, afonía, tos perruna y estridor laríngeo.
El paciente deberá ser, ante estos síntomas, siempre visto por el pediatra lo antes posible para realizar el diagnóstico diferencial o por si fuera necesario el ingreso en el servicio de urgencias.