viernes. 26.04.2024

No obvio que en cada uno de nuestros hogares, sean estos de la estructura social que fueren, consecuencia de la crisis todos tenemos hoy un “damnificado” en casa. Acostumbrados por el devenir de los últimos siete/ocho años a asumir la realidad como algo cotidiano, puede escapársenos que la mejor manera de conquistar el futuro es entregar todo al presente. Y es cierto que cuando las políticas se hacen cómplices de los mercados para que estos cobren sus rendimientos a costa de las carencias humanas es que algo no va bien. Y ciertamente, el presente no va bien.

Agotando ya el tiempo de la presente legislatura municipal, no todo lo comprometido por las promesas electorales ha alcanzado sus objetivos -justo es reconocerlo- pero también es justo reconocer que mi gobierno se ha volcado en los últimos cuatro años en dos objetivos: no parar el crecimiento de la ciudad y que ningún ciudadano pierda ni una sola de las prestaciones sociales que han sido recortadas o anuladas por los gobiernos de Castilla La Mancha y España. Es más, en algunos casos, hemos ido más allá de donde las competencias nos lo permitían. Y así hemos defendido a todos los valdepeñeros de las abusivas prácticas bancarias como las cláusulas suelo. Hemos puesto en marcha becas para que ningún valdepeñero pierda sus estudios universitarios por falta de recursos económicos. No hemos permitido que se cierre el Centro de mayores del Lucero, ni la guardería de Cachiporro, ni la escuela de música, ni que ningún ciudadano pierda la ayuda a domicilio o su transporte adaptado, esto último con la inestimable ayuda de Cruz Roja a quienes este año la hemos dotado de una nueva sede con espacio suficiente para su necesaria contribución.

Y al mismo tiempo, hemos avanzado en la modernización de la ciudad con nuevos equipamientos como la Casa del Agua, la sede electrónica municipal que permite que el ayuntamiento esté abierto los trescientos sesenta y cinco días del año incluidos sábados y domingos desde el ordenador de nuestras casas. O los nuevos planes urbanísticos como la calle seis de Junio o el paseo de Luis Palacios. Y nuevos espacios públicos como la ampliación de la plaza de la Yenka o el nuevo parque infantil de la zona norte detrás de lo que conocemos como Sabeco. Además de dejar consolidado el ciclo del agua en el que se han invertido en los últimos diez años más de setenta y cinco millones de euros que se cierran con la nueva tubería de abastecimiento.

Y todo ello se ha alcanzado con unas cuentas públicas que han tenido superávit en los últimos ocho años. Pagamos nuestras facturas en tiempo y forma. Pagamos nuestras nóminas y seguridad social. Y se diga lo que se diga no hemos incrementado los impuestos. De hecho, se han eliminado tasas como la basura o los goterales, hemos bajado hasta su base el impuesto de circulación y no se nos ha permitido bajar el IBI por una injerencia del gobierno de la nación que nos ha quitado a todos los ayuntamientos la autonomía para regular este impuesto. En todo caso es una asignatura pendiente que tendrá que abordar el siguiente gobierno, porque las arcas municipales permiten bajar cinco puntos este impuesto que ciertamente está alto.

Igualmente hemos hecho un esfuerzo (que más que esfuerzo es obligación) para con nuestros propios recursos no dejar escapar ni uno solo de los planes de empleo que ha convocado la Diputación Provincial, única institución que los convoca, gracias a los cuales hemos podido dar trabajo a 250 desempleados este año.

En fin… es Navidad, confío que el libro que abre el nuevo año en Valdepeñas nos permita seguir siendo la ciudad de los hombres y mujeres que queremos.

En nombre de la Corporación, Felices Fiestas.

 

Martín: "Confío que el libro que abre el nuevo año en Valdepeñas nos permita seguir...