viernes. 26.04.2024

Fue una noche de cante y baile, en el que el de Castellar desplegó toda la artillería que posee en cuestión de arte, así interpretó canciones  más concurridas, como rumbas, sevillanas y pasodobles, y otras más lentas como baladas y coplas. El detalle de la actuación lo puso el cuerpo de baile que acompañó al cantante, el cual vistió varios trajes vistosos y llamativos, que pusieron la guinda a una noche redonda.

El vaquerillo, apodo con el que se le conoce en el mundo del espectáculo, explicó que “en La Solana siempre me han tratado con mucho cariño y respeto y estoy en deuda con ellos”. Habló sobre la dedicación y la entrega que pone en cada actuación, además de cuestiones como la difícil situación actual para la música de la que indicó que  “aunque es difícil innovar siempre quedan temas para hacer nuevos discos”. A este respecto, manifestó que él busca la inspiración en todas las cosas, en el amor, los amigos y la vida en general.

Una calle con arte

“No tengo palabras, estoy muy orgulloso” decía un agradecido e incrédulo Conde, para explicar el hecho de que en su pueblo natal, Castellar de Santiago (Ciudad Real) le hayan homenajeado con una calle con su nombre.

En este nuevo trabajo se pueden encontrar desde canciones dedicadas al extinto Manolo Escobar, a modo de homenaje póstumo, hasta coplas dedicadas al municipio castellano-manchego de Valdepeñas.

Alejandro Conde volvió a reencontrarse con su público solanero