lunes. 29.04.2024

Dos horas antes del comienzo del partido empezó a entrar el público al Manuel Trujillo. Quince minutos después la tribuna principal estaba llena. Es un dato anecdótico pero que habla a las claras de cómo se esperaba este partido en Almagro: con ansias. El ambiente ya en el calentamiento era espectacular, y tanto achuchó la gente antes, que durante, la cosa vino a menos. Después no, ahí todo el mundo echó el resto para invadir el campo y festejar por todo lo alto que el Almagro está en semifinales del play off de ascenso a 2ª B.

Pero hubo que sufrir, sobre todo en una primera mitad en la que el Atleti robó demasiado, jugó entre líneas con muchos metros para Roberto y Néstor, y consiguió tener superioridad cada vez que recuperaba la pelota. Las ocasiones no fueron de esas claras clarísimas que te hacen llevarte las manos a la cabeza, pero los rojiblancos llegaban por banda con Benjamín y Amath, o con Zaca en algún disparo que salió fuera por poco. Al Almagro le costaba un mundo tener la pelota, pero al menos mantenía toda la intensidad necesaria para contener al Atco de Madrid. Lo mejor al descanso era el resultado.

Darío corrigió a su equipo en la caseta y aunque Zaca remató alto un buen servicio de cabeza de Rober en el 51, el Almagro se encontró mucho más cómodo en la segunda parte. El Atleti ya no conseguía tener superioridad en ninguna parte del campo, el tiempo jugaba en su contra y eso también se notaba. El Almagro empezó a avisar de su peligro latente a la contra, o con algún disparo que no vio puerta de Juanlu. Y en el 58’ gol anulado por fuera de juego a Labra después de un gran control. Menos mal.

Juampe estuvo a centímetros de rematar una falta botada por Ureña, en una jugada calcada a la del gol anulado al Almagro, que también tuvo el suyo. En este caso a Gascón, también por fuera de juego. Pudo meter en la eliminatoria a su equipo Labra en el 75 tras pincharla de lujo y pegarla a romper, pero su disparo salió fuera.

Lo peor estaba por llegar, la lesión del Balón de Castilla-La Mancha, la rotura de Ureña. Ya pintaba mal al salir ayudado del terreno de juego, y se confirmó el pronóstico tras una primera exploración: Ureña está roto y no llegará a la eliminatoria de semis salvo milagro divino.

El partido no tuvo mucha más historia. El Atleti no fue capaz de incomodar lo suficiente a los encajeros sabiéndose ya eliminado, y los que más disfrutaron fueron los cerca de tres millares de aficionados que propiciaron una imagen nunca vista en el Manuel Trujillo. La fiesta fue larga e intensa. Pero no hay respiro, porque este lunes el Almagro conocerá a su segundo rival en este play off.

El Almagro supo sufrir para terminar de amargar el fin de semana a los rojiblancos