El voluntariado de Cruz Roja también preparó numerosas actividades infantiles en la plaza de Luis Buñuel, auténtico epicentro de las fiestas, donde no faltaron las sevillanas ni la verbena amenizada por “Emilio y sus teclados”. Por el barrio también pasaron caballos y motos de gran cilindrada.
Otro de los actos más participativos fue la paella popular que tuvo lugar a mediodía en la plaza y que se pudo degustar por 2 euros. El ambiente continuó por la tarde en los chiringuitos y en el paseo de la artesanía que ocupó la calle central de la populosa urbanización que estos días acogió unas fiestas que, como ocurre con las de la Divina Pastora, se han convertido en una mini feria, con tenderetes, puestos de todo tipo y, junto al Pabellón Polideportivo, zona joven y atracciones con pista infantil de coches de choque, scalextric, casa de pelotas, hinchable, camas elásticas, toros salvajes y saltamontes.