jueves. 28.03.2024

El proyecto, que fue elaborado a lo largo de 2015 con el apoyo de la Fundación Biodiversidad y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la convocatoria de ayudas para la realización de proyectos de conservación de la naturaleza, surge al amparo de la Leyes de Impacto Ambiental, la de Patrimonio Natural y Biodiversidad, y la Estrategia Española para la Conservación del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, que establecen la necesidad de desarrollar y reglamentar la figura de los bancos de conservación de la naturaleza.

Esta iniciativa es una herramienta que permitir financiar las políticas de conservación de la naturaleza y complementar las medidas compensatorias que deben ejecutarse frente a impactos ambientales, según el principio de mitigación de impactos establecido en la Ley de Responsabilidad Medioambiental.

De forma complementaria al resto de medidas compensatorias establecidas por la normativa vigente, a través de estos bancos, el promotor de un proyecto puede adquirir créditos por conservación para compensar el daño causado por la ejecución de una actividad.

Estos créditos son proporcionados por las mejoras en el estado de conservación de áreas naturales de ámbito privado, donde se realizan inversiones constantes para mejorar el estado de conservación, lo que se traducen a títulos incluidos en un banco de conservación concreto, que pueden ser puestos a la venta y adquiridos por aquellos que generan impacto ambiental.

De esta forma, la alteración de un entorno por un proyecto debida a los impactos ambientales generados por el mismo, se compensa con las mejoras en el estado de conservación de un entorno similar al alterado, que no necesariamente tiene que tener vinculación geográfica.

Así se cumple el objetivo de no pérdida neta de biodiversidad establecido en la Estrategia Europea 2020 de conservación de la biodiversidad.

Luis Fernando Villanueva, presidente de Aproca, ha explicado que Aproca durante la realización de este proyecto piloto ha elaborado una guía en la que se explica de forma clara, concisa, sencilla y comprensible qué son y cómo funcionan los bancos de conservación, utilizando como modelo tanto las experiencias en otros países como los borradores de normativa estatal que actualmente está desarrollando el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Esta guía, que ya está disponible en formato electrónico en la página web de Aproca (www.aprocaclm.org), también está disponible en papel, tras haberse editado 2000 ejemplares de la misma.

Villanueva ha querido subrayar la necesidad de que las diferentes administraciones con competencias en la conservación de la naturaleza continúen con el proceso de desarrollo normativo que permita finalmente la creación de los primeros bancos de conservación en España.

Se trata, ha dicho, “de una herramienta en las que los propietarios rurales, que son titulares de más del 80% de las zonas naturales en nuestro país, la mayoría de ellas enmarcadas bajo distintas figuras de protección, adquieren un protagonismo esencial, claro, abierto y valorable en términos económicos, en la conservación de la naturaleza".

Y ha terminado diciendo que “teniendo en cuenta que la compensación de impactos ambientales ha sido tradicionalmente una de las fases más problemáticas a la hora de conseguir los resultados esperados; al poder compensarse garantizando la mejora de estado de conservación en hábitats similares a los alterados manteniendo el proceso dentro de partidas presupuestarias claras y sin externalidades, los bancos de conservación supondrán un aliciente a las empresas que por su actividad se convertirán en demandantes de los mismos”.

Aproca finaliza el proyecto piloto de Bancos de Conservación en España