El pleno extraordinario se prolongó durante casi dos horas en las que, al hilo de la adquisición de la fábrica de harinas, se habló de otros muchos temas. El alcalde confirmó que el objetivo de la modificación de créditos aprobada en noviembre es la compra de este inmueble, una operación compleja -por sus muchos propietarios- en la que el equipo de gobierno lleva trabajando desde hace un año y medio.
El alcalde, Antonio López de la Manzanara, leyó en el pleno extraordinario la memoria justificativa del expediente para explicar la conveniencia de la adquisición de la fábrica de harinas y del complejo en el que se ubica. Dijo que el edificio principal tiene protección integral en el catálogo de bienes a conservar, por lo que no se puede demoler. Tiene 2.700 metros cuadrados repartidos en tres plantas de 900 metros. En total, la parcela a adquirir cuenta con una superficie de 12.800 metros cuadrados.
La operación de compra, según López de la Manzanara, está valorada en un millón de euros para el total de los terrenos, aunque el 64% de esta cantidad se sufragará con la permuta de parcelas municipales del polígono industrial. “Se cambia un suelo industrial municipal donde no se iba a hacer nada por otro dotacional más interesante”, explicó el alcalde, que resaltó las múltiples posibilidades que permitirá esta edificación para futuras corporaciones.
El primer edil dijo que la fábrica de harinas lleva cerrada medio siglo y se ha ido deteriorando progresivamente. Este mismo año sufrió un incendio. Recordó su valor como ejemplo de arquitectura industrial de finales del siglo XIX y comienzos del XX, y destacó el simbolismo que tiene para Manzanares, pues llegó a ser la tercera fábrica más importante de España.
“Hay que evitar su desaparición buscando ayudas para rehabilitarla”, añadió López de la Manzanara, que citó las investigaciones que sobre este edificio se han publicado y que abogan por su preservación y recuperación, al igual que otros muchos colectivos relacionados con el patrimonio. También aludió al mandato constitucional que tienen los poderes públicos de garantizar la conservación del patrimonio histórico y cultural, una obligación que recoge la Ley de Patrimonio Histórico español.
Según López de la Manzanara, muchos vecinos comparten la necesidad de compra del edificio, al igual que lo intentaron anteriores corporaciones y lo plantearon diferentes partidos en sus programas. Calificó como “buena” la operación en un momento en el que el precio del mercado es más accesible. “Solamente los 12.800 metros de suelo podrían tener mucho más valor”, indicó el alcalde, que habló de una “oportunidad única”, máxime cuando no exige un desembolso presupuestario importante.
Respecto al uso que se dará al edificio y al resto de la parcela, el alcalde indicó que corresponderá decidirlo a futuras corporaciones, pues ofrece múltiples posibilidades. Sugirió, como ejemplo, el traslado del Centro Social de la calle Empedrada a una de las plantas. “Estamos abiertos a las propuestas de la sociedad, incluidas las de la oposición”, dijo. También habló de financiar la rehabilitación acudiendo a fondos europeos, nacionales y regionales, tal y como se ha hecho en otros proyectos como el del caz del Azuer, el vivero de empresas o el Museo del Queso Manchego. Se mostró convencido de que se conseguirán y de que se buscará el proyecto de rehabilitación más eficaz.
En patrimonio, el tiempo que se pierde se paga
Durante el debate plenario, el portavoz del equipo de gobierno, Manuel Martín-Gaitero, dijo que urge, tras la compra del inmueble, sanear el edificio principal y repasar sus techumbres para evitar que prosiga el deterioro. “En temas de patrimonio, el tiempo que se pierde se paga o puede llegar a ser irreversible”, indicó el edil, que como ejemplo puso lo ocurrido con el casino -que fue demolido- o con el molino del Azuer, “que nos lo encontramos arruinado por la desidia de la anterior corporación”, lo que obligó a mayor esfuerzo económico posterior para su rehabilitación.
Gaitero resaltó que, a pesar de discrepar sobre la oportunidad del momento, todos los grupos coinciden en el interés del edificio y sus posibilidades para el municipio. A su juicio, puesto que lo propusieron antes, debería existir consenso en el objeto de la actuación, por lo que lamentó “los palitos en las ruedas” que pone constantemente la oposición.
Tras preguntarse cómo hubiera financiado el PSOE sus propuestas electorales en caso de haber gobernado, incluida la de la fábrica de harinas, el portavoz popular resaltó que el equipo de gobierno municipal ha conseguido, sin mermar los servicios, reducir la deuda en dos millones de euros y ejecutar más del 90% de su programa así como el 45% de los puntos del programa del PSOE.
ALM, al margen de la operación
Durante el debate, el Grupo Socialista dijo no saber si en la operación de compra de la fábrica de harinas el papel de Antonio López de la Manzanara era de comprador o de vendedor, ya que la empresa inmobiliaria del alcalde tuvo en venta este inmueble años atrás. Para aclarar el asunto, López de la Manzanara explicó que ninguna de sus empresas ha intervenido en la operación. “Ha sido negociada por el ayuntamiento y los propietarios, no hay ninguna intervención inmobiliaria ni interés particular”, explicó en sede plenaria para disipar cualquier duda.
