El humo fue descubierto al abrir el centro a las ocho de la mañana, una hora antes del inicio de las clases, por lo que aún no habían entrado los alumnos. Tras la llamada al 112 se puso en marcha todo el dispositivo de seguridad. Dos unidades del parque de bomberos de Manzanares y otra de la Policía Local acudieron al colegio, donde localizaron el lugar de donde procedía el humo que se había extendido por el resto del edificio.
Una vez sofocado el conato, los bomberos ventilaron las dependencias del colegio. Como medida de precaución mientras se efectuaban esas labores, la dirección del centro decidió suspender las clases. Los doscientos alumnos del CEIP “Tierno Galván” retomarán su actividad este viernes.