La Asamblea Local da por buena la cantidad recaudada. “Hacemos una valoración positiva aunque haya bajado un poco respecto al año pasado”, declaraba Juan Ángel Palomera, veterano voluntario. Los solaneros volvieron a colgarse su banderita en la solapa y a rascarse el bolsillo. Eso sí, en las huchas se vertió mucha calderilla, con centenares de monedas de todo tipo.
Una vez hecho el recuento, había 700 monedas de un euro. También había muchas de 2 euros y bastantes céntimos. Por ejemplo, se contabilizaron 119 monedas de un céntimo. La báscula reveló un peso de 13 kilos en total. Juan Ángel Palomera agradeció la colaboración del pueblo de La Solana dieran lo que dieran. Eso sí, destacó a aquella gente que llegaba con dinero en un sobre, de forma expresa. Son ciudadanos que buscan a los voluntarios para aportar su donativo.
Pero la mayor parte se echan mano al bolsillo ante la insistencia de los voluntarios, tercos en su cuestación. Las mesas se colocaron en puntos neurálgicos de la ciudad, caso de la Plaza Mayor, Plazuela de la Marquina o Pozo Nuevo. Son lugares de mucho tránsito cualquier domingo por la mañana, y mucho más el del Ofrecimiento.
