Según explica CSIF, presente en el comité inter-centros de la empresa, cedió, en la redacción del último convenio, varios puntos clave y favorables para la empresa, debido a la situación financiera en la que se encontraba, demostrando la flexibilidad y adaptación de los trabajadores a la situación real de la misma. Sin embargo, y para CSIF, la situación económica actual es totalmente diferente.
El sindicato CSIF, cada vez más presente en la empresa privada, denuncia que "el personal de condiciones, altos cargos etcétera, que no se rigen por el convenio general, han tenido una subida salarial media del 2.5% y la rentabilidad de la compañía, en análisis de valores, ha sido de 2,2 puntos, por lo que para los responsables del sindicato en la empresa, queda claro la solvencia y la rentabilidad de la misma en la actual situación".
"No obstante, el ánimo de los responsables de la empresa, lejos de trasladar esa buena situación a los trabajadores que sacan adelante la producción, aplican una serie de recortes tanto en condiciones laborales como las económicas", añade CSIF.
"La empresa, inflexible"
Señalan que el pasado 15 de septiembre se intentó “in extremis” desbloquear el estado de las negociaciones en el SIMA (Servicio Inter-confederal de Mediación y Arbitraje), cuando la parte social presentó una reducción de sus demandas reflejadas en su plataforma, aunque "desgraciadamente la empresa no quiso entrar a valorar ningún tipo de propuestas de avance, manteniéndose inflexible en todas y cada una de sus pretensiones".
Para CSIF, los puntos básicos para llegar a cualquier acuerdo han de pasar forzosamente por negociar salario, empleo, absentismo, jornada y flexibilidad y para su responsable en esta empresa, Luis Miguel Valero, “no estamos dispuestos a buscar un plus de rentabilidad añadido a la empresa jugando con el sudor, el trabajo y el esfuerzo de todos los compañeros, restándole derechos a todos los trabajadores”.
