Durante las dos últimas semanas, el Patio de Fúcares se han convertido en un aula al aire libre donde las participantes han aprendido o perfeccionado la técnica de blonda -encaje de bolillos que se realiza con hilo de seda- y tönder-encaje danés de fondos de tul.
El regidor almagreño agradeció la participación de las alumnas que hacen posible que esta labor artesanal se mantenga viva. Maldonado también insistió que desde el Ayuntamiento seguirán apostando y haciendo el esfuerzo de organizar el curso con el objetivo de preservar este arte que es casi único.