viernes. 03.05.2024

Angel y Francisco Carpio comenzaron su andadura profesional en la empresa de su padre Sixto Carpio, dedicada al transporte de cementos, arenas, etc.. En los años 70 se hacen agentes comerciales, “porque además de llevar el negocio, primero con mi padre, y luego solos, en aquella época hacíamos labor de gerencia, contable, comercial, etc., además el trabajo se llevaba prácticamente en un bar cercano a la empresa, y a continuación, ya fuimos teniendo varias oficinas por la capital a lo largo de los años”.

La empresa va aumentando y llegan a tener 27 camiones y unos 150 autónomos trabajando, dedicándose ya también en los años 80 al transporte de cereales. Es el 10 de octubre de 1989 cuando los dos hermanos se hacen cargo de la empresa, (la delegación de Transportes Guipuzcoana –ahora DHL-); Francisco se va a Jaén a desarrollar su carrera profesional y Angel se queda en Ciudad Real con “una especia de franquicia, con la que tenemos una buena carrera profesional”, hasta el año 2008, “que dejamos definitivamente las dos delegaciones a DHL”.

Los galardonados con hobbies como, Francisco: sus nietos y Angel: los coches y los deportes, indican que la forma de trabajar del agente comercial ha cambiado mucho en los últimos años. Las nuevas tecnologías, “han modificado la forma de actuación, el negocio y los acuerdos, al ser un trato más frío”. En este sentido, destacan que hace años “el acuerdo y el trato era más personal, el cliente era un amigo e, incluso, con el tiempo era casi de la familia; ahora esto no existe, antes con darse la mano el acuerdo era ya sagrado”.

Por último, ambos han agradecido este reconocimiento que “jamás pensamos que pudiera ocurrir, un galardón de este tipo era impensable, por lo que para nosotros ha sido una satisfacción, ya que es un reconocimiento a toda una vida, a nuestras familias y a todos aquellos que han estado en nuestra trayectoria profesional a lo largo de todos estos años”.

Francisco y Angel Carpio, insignias de honor del Colegio de Agentes Comerciales