El presidente de la ADS, Antonio Peña, comenzó informando sobre la propuesta de un ingeniero agrónomo de La Solana que trabaja en la Universidad de Santander para seguir las pautas alimentarias del ganado cántabro. “La base fundamental de esa alimentación es con forrajes y siembra propia, con lo que nuestros ganaderos tendrían que tener una extensión específica para cosechar sus propios henos, y esto no es Santander, ni llueve como allí”.
En cuanto a la identificación electrónica, obligatoria por ley, el presidente recordó que animales nacidos a partir de 2010 ya tienen que tenerla. “Es un bolo ruminal que se entra por la boca y se queda en el estómago del animal de por vida”. El microchip permite saber de quién es el propietario y es útil en caso de robo. Realizar esta identificación a través de la ADS saldrá más barato a los ganaderos socios.
Sobre las cuentas de la agrupación, Antonio Peña dice que “no están mal, pese a que no nos han pagado todavía la subvención por la lengua azul”. “No nos sobra, pero no nos falta” –declaró-.
El sector ha mejorado
El sector ganadero ha mejorado últimamente. Atrás ha quedado la situación límite que vivieron las explotaciones solaneras no hace mucho. Los precios de la leche han subido lo suficiente para sostener el negocio. “No están para tirar cohetes, pero no están mal. Si se mantienen así, se puede medio tirar”. Un litro de leche manchega se paga a unas 200 pesetas, cuando llegó a pagarse a menos de 175. Los cereales también han subido, pero ahora no hay pastos por la falta de lluvias y lo tienen que suplir con pienso.
“Que se acuerden de nosotros”
Por cierto, Peña se quejó del apoyo constante al sector agrícola por encima del ganadero.”A la consejera que teníamos le gustaban mucho las viñas y todas las ayudas eran para la reestructuración”. “No estoy en contra, pero que se acuerden un poquito también de los ganaderos”.
