El novillero de Daimiel, Carlos Aranda, cuajó la mejor faena de la noche llevándose una oreja debido a la mala fortuna que tuvo con el acero. Dos orejas se llevó el rejoneador ciudadrealeño Miguel Ángel Martín que abrió la lidia tras la lectura por parte de Teresa Sánchez Laguna (Tesala) del poema La sangre derramada del llanto por Ignacio Sánchez Mejías escrito por Federico García-Lorca, acompañada por la guitarra de Quintana. El eral de Luis Miguel Vázquez resultó huidizo y se rajó al poco de comenzar la lidia y el torero pudo hacer poco por salvar la faena.
Presidió la corrida la Concejal de Sanidad y Consumo María José Aranda. El encargado de presentar el acto fue Juan García Espinosa, que agradeció al Ayuntamiento la organización de este tipo de actos para recordar la cultura y la historia de la localidad. García explicó algunas curiosidades sobre el torero, como que, además de matador, fue mecenas de la Generación del 27. Para conmemorar la muerte del torero, que fue corneado en el tendido 7, se colocó en ese lugar un ramo de flores que permaneció allí durante todo el festejo. Dionisio Pérez, más conocido como 'El Tete' llevó la coleta del torero sevillano, hecha con cabello de mujer.
La plaza registró aproximadamente un cuarto de entrada. La lidia fue acompañada por el cante de los artistas invitados: Ángel Portillo 'El Porti', María Ángeles de Almedina y Roque Barato al cante; Quintana de Valdepeñas y Luis Fernández a la guitarra y la percusión a cargo de 'El Jaro', que amenizaron la velada. El Festival terminó con el poema Alma ausente, también de Federico García Lorca.
