Dentro del templo se ha localizado un sarcófago realizado en piedra y yeso sobre un pódium que le permite alcanzar un metro de altura, ubicado en la nave central de la iglesia. La importancia de este enterramiento es que presenta cuatro escudos nobiliarios en perfecto estado de conservación, correspondientes todos ellos a leones rampantes.
Los elementos heráldicos vinculan al difunto con un personaje perteneciente a una importante casa nobiliaria del reino castellano-leones, del que aún se está investigando su identidad por parte del equipo científico. Este hallazgo se suma a la aparición en la pasada campaña de otro sarcófago en la cabecera del templo, del que se realizó el Carbono 14 del difunto aportando una cronología correspondiente a la segunda mitad del siglo XV.