Y es que, en la última década, profesionales de Enfermería del hospital alcazareño han conseguido galardones de este concurso en la mayoría de sus ediciones. En concreto, han obtenido un total de 11 premios repartidos del siguiente modo: en 2004 se alzaron con el tercer premio; en 2006, 2008 y 2010 con el primero; en 2011 consiguieron el segundo; en 2012 ganaron todos (primero, segundo y mejor proyecto fin de master); en 2013 el primero y el fin de master; y en 2014 el segundo.
En la última edición del concurso -en la que se ha alcanzado la mayor cifra de participantes en los 16 años de existencia de este certamen- el trabajo premiado del Mancha Centro versa sobre la ‘Adecuación del uso de absorbentes de incontinencia urinaria (pañales) en pacientes adultos ingresados en un hospital’. El estudio ha sido realizado por la subdirectora de Enfermería, Blanca Fernández-Lasquetty en colaboración con Gloria Lorente, Caridad Vela, Isabel Angulo, Ignacio Alcañiz, Antonio Gigante y Apolonio Castillo.
El proyecto premiado del Mancha Centro surgió ante la ausencia de estudios en la literatura nacional e internacional que hablen de criterios objetivos y estandarizados que indiquen cuándo se debe o no usar pañal en adultos ingresados en centros hospitalarios.
Consecuencias del mal uso del pañal en adultos
Y es que el coste económico de la incontinencia urinaria supone el 2% del total del presupuesto de los países desarrollados. La utilización inapropiada de los pañales puede afectar negativamente a la autoestima, calidad de vida e independencia del paciente, suponiendo además una carga adicional al trabajo de los cuidadores y un coste innecesario.
Así mismo, el uso de pañales en adultos puede provocar úlceras por presión, dermatitis, lesiones por humedad, infección del tracto urinario recurrente, depresión y dependencia. Además, puede conducir a una prolongación de su incontinencia a lo largo del tiempo.
Teniendo en cuenta lo anterior, la investigadora principal creyó que era necesario establecer unos criterios para que su uso sea racional y adecuado, lo cual no solo depende de la incontinencia urinaria de cada paciente, sino también en su grado de movilidad y capacidad cognitiva.
Para conseguirlo, el estudio propone que el profesional de enfermería haga una valoración del patrón de eliminación y el estado funcional del paciente en el momento de su ingreso, atendiendo a una serie de criterios recogidos en una escala de Barthel.
El galardón fue recogido durante el transcurso del acto institucional que el Colegio de Enfermería de Ciudad Real celebró el viernes en honor a su patrón, San Juan de Dios, al que los premiados asistieron junto al director de Enfermería del Mancha Centro, Apolonio Castillo.
