Si sigue las instrucciones del panel informativo o las explicaciones del personal del museo, podrá pasar al segundo nivel de dificultad y realizará el fondo básico del encaje de almagro, conocido con el nombre de “carrerillas” o fondo de tronchón y aprenderá a sujetar las cruces con las agujas. Y si se atreve, pondrá probar realizar con el tejido, el lenzado, con lo que se hace la base del dibujo, del motivo que lleva el encaje, normalmente, flores, hojas…
Su precursora Natividad, profesora de encaje de bolillos y blonda en la Universidad Popular, explica que se trata de que la gente le pierda el miedo, no es tan difícil como la gente piensa. La prueba está en el grupo de alumnos del IES Antonio Calvín que sin haber tocado un bolillo en su vida consiguieron dar sus primeras vueltas y cruces solo que atender las enseñanzas de Natividad.
Con esta nueva zona didáctica, el Museo Municipal del Encaje y la Blonda completa su exposición informativa sobre el encaje, su origen y sus elementos y permite una exposición más interactiva.