El objetivo: prevenir sobre las prácticas de acoso escolar y violencia juvenil con especial hincapié sobre el ciberacoso con la utilización de las redes sociales, el envío de mensajes, fotos, videos o cualquier otro material a través de la red, tal y como explicaba Francisco Arroyo, policía que ha dirigido estas charlas, “le hemos puesto nombre a estas conductas con la terminología oportuna para que vean que lo que ellos puedan hacer en la red ya existe y está definido como algo (Happy Slapping, Sexting, Grooming…) que atenta contra las normas de convivencia e incluso puede ser constituir un delito”
En estas jornadas se ha desmitificado la creencia de las chiquilladas, que al final desembocan en maltrato entre iguales, como “cosas de niños”. Con supuestos prácticos los escolares se han cuestionado diferentes conductas y comportamientos que puedan desembocar en maltratos. Además se han informado a los jóvenes de como actuar y donde acudir en caso de ser objeto de acoso escolar.
Se ha hecho además hincapié en la necesaria comunicación con la familia, para tener presente la figura paterna como primeros auxiliadores, y a profesores, policía, servicios sociales, psicólogos o incluyo ayuntamiento como otros cauces de denuncia y apoyo.
Una actividad con la que se pone de relieve el papel preventivo del cuerpo de Policía Local que sigue trabajando para detectar a tiempo este tipo de problemática entre los jóvenes tal y como afirmaba Arroyo “considero que el papel de los policías locales que además tenemos la fortuna de ser padres debe de ser preventivo y ante cualquier conducta de maltrato a un niño/a se debe de intentar buscar la fórmula para que ese niño no se calle y se convierta en una víctima en definitiva del sistema. Hay que darles las herramientas para que ese niño vea la forma de cortar de raíz eso que está sufriendo”.
