El festival tuvo dos partes bien diferenciadas. Por un lado, los artistas protagonizaron un amplio repertorio de variadas saetas. En la segunda mitad, dieron rienda suelta a la improvisación con un gran abanico de cantes flamencos acompañados de la guitarra española.
La empresa solanera Arte Producciones Serrano apostó por algunas de las voces que dejaron huella en anteriores visitas a la localidad. Así lo reconoció a la prensa local el gerente, Antonio Serrano, argumentando sentirse rodeado de grandes profesionales y a la vez amigos. El productor se deshizo en elogios hacia los artistas invitados.
Raquel Cantero acudió a la cita tras haber obtenido recientemente el primer doctorado de la historia del flamenco en la Universidad de Sevilla. Han sido siete años de trabajo para realizar una tesis doctoral centrada en el estudio de las saetas, aplicando ahora sus conocimientos en cada actuación para darles un toque más didáctico. La artista no sólo cantó saetas, sino que además explicó muchos conceptos de este popular y arraigado cante. En la segunda parte, interpretó un repertorio asequible para todos los públicos, demostrando su versatilidad sobre el escenario.
Raquel vino acompañada de su padre, el extraordinario cantaor extremeño Eugenio Cantero. Éste se atrevió con saetas menos conocidas como alguna por seguidillas para el Santo Entierro, entre otras. Tampoco faltaron los martinetes, carceleras y la saeta cuartelera de Puente Genil, además de un surtido catálogo de cantes flamencos.
La terna de artistas la completó Israel Paz, que al igual que sus compañeros, reconoció estar muy contento de repetir actuación en la localidad. El cantaor aseguró que La Solana es una tierra flamenca que le ha acogido muy bien, acudiendo a la cita con ganas de agradar al público. También habló de la nueva peña que llevará su nombre en la población de Villanueva de la Serena.
Los protagonistas de la noche, también tuvieron un especial saludo para otro compañero de profesión que estaba en el patio de butacas. Ricardo Fernández Del Moral, ganador absoluto de la Lámpara Minera, recibió varias dedicatorias de los intérpretes.
