En el patio de la Escuela de Música de la localidad, miembros de la asociación, junto con familiares y amigos, degustaron las típicas tortillas de harina, fritas en aceite, acompañadas de chocolate caliente. Para la elaboración de este manjar se emplearon alrededor de veinte kilos de harina, que se mojaron en veinticinco litros de chocolate.
Una vez que todos los asistentes disfrutaron de tan suculento tentempié, sobre las 20.30 h. se empezaron a asar los chorizos, morcillas, careta y patatas en la lumbre, manjar del que dieron buena cuenta todos los que hasta allí se acercaron, regándolo con un vasito de ponche.
La velada estuvo amenizada por la rondalla de la asociación, que interpretó canciones populares y los más marchosos unieron sus manos en el típico corro de San Antón alrededor de la lumbre.
