viernes. 10.05.2024

Sobre un escenario sencillo, haciendo un guiño a la austeridad de la santa de Ávila, se vale de una silla y un cesto de pleita para meterse de lleno en la vida de una mujer que tuvo una existencia de lo más azarosa. 

El texto, adaptado por el director de la compañía, Isidro Rodríguez Gallardo, está inspirado en el “Libro de la Vida”, la primera obra manuscrita de Santa Teresa a mediados del siglo XVI. Un trabajo nada sencillo cuando se trata de lograr una buena línea argumental sobre una vida tan compleja.

El monólogo arranca en la misma infancia de la santa, en Ávila, hasta su muerte en Alba de Tormes. La única actriz protagonista, Teresa Ruiz, admitió a la prensa local que el papel tiene miga, “es un personaje muy complicado que requiere mucho esfuerzo, mío y también del público”. El objetivo es mantener el interés del espectador durante todo el tiempo, de por sí laborioso en cualquier monólogo. “Lo más difícil son los cambios de estado de ánimo y de sentimientos”. A menudo –dice- la clave es ser coloquial con el público, sobre todo teniendo en cuenta que aparece el castellano antiguo.

Tal vez el trabajo que le ha costado cuajar este rol, unido a las características propias del personaje histórico, hace que se emocione durante la interpretación, “a veces emociono al público y también me emociono yo, sobre todo en la transverberación y los encuentros con Dios”.

La escenificación congregó a un centenar de espectadores, que pagaron el módico precio de 2 euros. Ni las compañías pueden exigir mucho caché, ni pueden ir a taquilla. Sencillamente, la situación aconseja abaratar todos los costes para sobrevivir. “No se puede hacer otra cosa conforme están las cosas” –admitía la propia actriz-.

 

La Santa Teresa del grupo de teatro Algarabía pasó por el Centro de Artes de La Solana