Numerosos fieles acompañaron el desfile del Crucificado, a cuyos pies aparece la imagen de la Virgen Dolorosa, deteniéndose en el recorrido en catorce puntos del mismo donde son meditadas las estaciones del Vía Crucis, meditadas por el párroco de Santa Catalina Benjamín Rey, así como por diversos fieles a lo largo de una noche auténticamente veraniega.
El Cristo del Amor desfila en la Semana Santa de La Solana llevando el sudario morado que perteneció a la imagen desaparecida en la pasada guerra civil, pero que lo distingue del resto de crucificados que desfilan en la Semana Santa solanera, que son el Cristo de Santa María, el Cristo de la Agonía y el Cristo del Santo Calvario.