Fue una noche realmente mágica y muy animada por el derroche humorístico del mago albaceteño. Hubo apariciones, desapariciones, escapismo, cartas, levitaciones, y un sin fin de trucos aderezados con los hilarantes chascarrillos del artista.
Magia participativa y familiar con la implicación de todos los públicos, especialmente los más menudos, que quedaron prendados con los variados números del espectáculo.
El Mago Juanma habló para la prensa local del buen momento que atraviesa su sector y especialmente de su trayectoria en los últimos tiempos. Aseguró que la magia está de moda, indicando que algunos programas han ayudado a su difusión. En todo caso, subrayó la necesidad de renovarse cada día para variar los espectáculos.
El ilusionista señaló que lleva diez años en el oficio, habiendo estudiado mucho y aprendido de grandes maestros de la magia como el inimitable Juan Tamariz. Argumentó que la magia se estudia con seriedad y psicología, indicando que no tuvo que ir a Hogwarts para aprender.
