La castidad –escribió Bernardino de Saint-Pierre- de las vírgenes consiste en vivir en completa continencia, sin haber sido nunca casadas; la de las viudas, en guardar continencia durante la viudez, y la de las casadas, en vivir santamente en el matrimonio, usando de él como prescriben las leyes de Dios y de la naturaleza, sin dejarse dominar nunca por la pasión. […] El pudor en las mujeres es lo que el valor en los hombres.
“Vida conyugal y sexual” (1964)
Dr.Fco. Corominas, V.Moragas Roger
Yo, que nunca fui un héroe, buscaba el encuentro con mis homólogas: mujeres sin pudor. Y es que la educación sexual de la mujer es una huella que se lleva dentro para siempre. Buenas o malas son las cartas que tenemos para jugar en el encuentro intersexual.
Es muy importante, para esto, tener presente que nos educamos (que no “nos formamos”) en nuestra sexualidad de forma continua. La información nos llega, también buscamos de forma activa, de forma continua por los medios de comunicación, por nuestro círculo social, las instituciones.
El clítoris es un órgano de características propias con gran cantidad de terminaciones nerviosas que tiene la función única de ser receptor de sensaciones eróticas. El monte de Venus, los labios internos y externos, el clítoris y el perineo; forman la vulva de la mujer. Tanto se ha escrito del clítoris que se ha olvidado que es “parte de” y no un todo “aparte de”.
Las frases “si te bañas, se te corta la regla”, “se corta la mayonesa” o “donde cae, ya no crece la hierba” (les hagamos caso o no), dejan el poso de tomar la menstruación como una enfermedad, que la sangre de esta es impura. Y por tanto, el viejo tabú, que con la menstruación no se pueden mantener relaciones sexuales. De hecho, muchas mujeres pueden aliviar dolores y malestar en el período.
El dolor en los primeros coitos viene causado sobre todo por la ansiedad, miedo y, en ocasiones se puede definir como terror a quedar embarazada. A quedar marcada porque todos los demás lo verán reflejado en tu cara que lo has hecho.
Un mito caído es el de la reserva de un himen intacto hasta el Día D, como prueba de virginidad. El himen puede romperse con una exploración ginecológica, por deportes intensos, la introducción de un tampón, una caída o puede disolverse durante la pubertad. Muchas mujeres nacen sin himen. En contadísimas ocasiones se produce una hemorragia externa. Pero mientras haya quien se obceque en que ni a propósito se conseguirá sangrar, seguirá siendo un lucrativo negocio la reconstrucción de himen en las clínicas privadas.
Unos pechos grandes no quiere decir ni que la mujer sea más activa sexualmente ni más excitable. El impulso sexual no está relacionado con el tamaño del pecho. Hay muchas mujeres que deciden operarse por hiperplasia mamaria (pechos grandes) que piensan pueden dejar de ser atractivas, deseables. Si él o ella piensan así, que perderá ud. atractivo, es que esa persona no merece la pena. Usted es mucho más que un pecho.
En nuestra sociedad se le da a la mujer (otro mito más) el papel de observadora en las relaciones eróticas, de estar en segundo plano, de ser lo deseado más que el deseante. No quieren hacer el amor nunca o con menos frecuencia que los hombres, son frígidas. De hecho, una mujer que tenga ganas de tener relaciones eróticas diariamente se dice de ella que es una ninfómana. En el caso de un hombre con ganas de tener relaciones eróticas diariamente es un…hombre normal.
Con la menopausia aparecen cambios significativos: la pared vaginal se estrecha, los labios menores disminuyen y se reduce la lubricación en la fase de excitación. Estos procesos fisiológicos normales parecen indicar para algunas que con la edad va perdiendo interés el encuentro erótico. Que eso es cosa de los jóvenes. Sin embargo, en esta fase el clítoris queda más expuesto. Con la misma lógica podríamos plantearnos que, terminado el ciclo de la reproducción continúa el ciclo del placer. El goce de la sexualidad sin los límites que nos da la genitalidad. El cierre de la carretera nos debe llevar a explorar los caminos alternativos, más bellos, no tan rápidos pero sí más placenteros. Quizá eso nos lleve a pensar ¿Por qué no viajé antes por aquí?
Alberto Jiménez Ramos
Sexólogo-Psicólogo. Colaborador del Gabinete Vínculos
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Ilustración: Miguel Ángel Domínguez Reyes
