Un viaje en plan “mochilero”, como lo definen ellos y que han presentado este jueves, en imágenes, ante un nutrido grupo de vecinos.
Pepe y Nieves, estuvieron en el Norte de La India, en Rajastán, y han contado la experiencia de un viaje que vivieron intensamente. Hablaron de sus habitantes, de la influencia de Gandhi en el país, de la independencia de los ingleses y sobre todo de sus sentimientos.
Según Pepe, el viaje lo hicieron con dos personas más en “plan mochilero”: “hemos visto cosas bonitas pero considero que lo bonito está teñido. Hemos visitado hospitales, orfanatos, colegios, zonas de adaptación, hemos sentido lo que pasa allí”.
Para Nieves fue una experiencia en la que se han implicado y han vivido desde dentro la cultura de La India. “Una anécdota curiosa fue que sin querer nos metimos en una boda india. Vimos un espacio grande donde había dos elefantes en la puerta muy maquillados, música y preguntamos que era aquello, nos dijeron que una boda, preguntamos si podíamos hacer fotos y al final éramos los invitados de honor, nos colgaron collares de bienvenida, además el hermano de la novia nos hizo de anfitrión todo el tiempo, me gustó su hospitalidad y nos dejaron maravillados”.
Conocieron guías que hablaban español y les invitaron a sus casas, donde pudieron comprobar cómo viven: “vimos como duermen, comen y como son sus casas, sus cocinas, su forma de alimentación, la organización familiar. Hemos visto muchos monumentos, pero entrar en sus casas fue lo que más nos maravilló, porque lo ves de cerca, vives como ellos”, recordó Nieves.
Para ambos lo más impactante ha sido el famoso río Ganges, donde se arrojan los cadáveres de quienes no tienen nada: “No queremos enseñar lo que hemos visto en ese río, es la parte morbosa, no es un paraíso, es un lugar donde el castigo por nacer en una familia u otra, que tenga o no dinero, significa que o se te incinera o te tiran al río”.
Tanto Pepe como Nieves recomiendan ir como ellos, en plan mochila, porque es meterse en el corazón de un barrio y conocer la verdadera India. A Nieves le sorprendieron los contrastes: “Entras en un templo y ves la arquitectura, las flores, los perfumes y nada más poner el pie en la calle tienes la basura, el olor a vaca, a orina, o ves a alguien tejiendo collares de flores y al lado otra persona que está pidiendo. Hay que estar muy preparados para ver todo eso. Ese es el contraste real”.
Al final de la exposición los asistentes preguntaron sobre el viaje y degustaron un café con dulces navideños.
