martes. 21.05.2024

El acto comenzó con la lectura, por parte de Ramona Martín, presidenta de Afammer Valdepeñas,  del manifiesto de esta asociación sobre la violencia contra las mujeres, en el que se denunciaba esta situación aportando cifras consideradas escalofriantes sobre este tipo de violencia,  que se da con más contundencia en zonas rurales.

Para Afammer es fundamental la educación en la igualdad desde edades muy tempranas, eliminando estereotipos y sobre todo en la adolescencia como una de las principales herramientas para prevenir y evitar que las actitudes violentas contra la mujer se conviertan en algo considerado normal.

En el manifestó también se pedía un mayor compromiso, por parte de los países, para seguir las recomendaciones y mandatos de la ONU y combatir esta lacra social en cualquier lugar del  mundo, además de poner especial atención en los niños y niñas que son víctimas invisibles del maltrato.

La psicóloga Begoña Delgado, del Centro de Servicios Sociales de Valdepeñas y Blanca Ruíz Gallego, abogada y experta en malos tratos y violencia de género, realizaron un minucioso análisis sobre la violencia contra la mujer y la situación de los hijos ante estos hechos.

Para Begoña Delgado muchas mujeres no son conscientes al principio que están sufriendo maltrato por parte de sus parejas: “la toma de conciencia implica un proceso largo en el que tiene que haber una causa  dramática para que algunas reaccionen, partiendo de esa base no podemos sorprendernos de que las propias madres no sean conscientes de que sus hijos también sufren esa violencia de género”.

Según Delgado es posible que muchas incluso no tomen decisiones pensando en que sus hijos puedan reprocharles la separación: “esto es un error porque los hijos también sufren maltrato y más todavía viviendo en un entorno de violencia. Este es un tema que nosotros trabajamos mucho cuando vienen al Centro. Los hijos sufren más por la violencia que por el hecho de romperse la pareja”.

Desde el punto de vista psicológico el hecho de que los hijos vivan en un entorno donde el padre ejerce presión sobre la madre es el detonante para que en el futuro esos niños o niñas puedan tener un desarrollo emocional alterado.

La justicia es otro de los poderes que entra en juego en este proceso de violencia contra la mujer y ante una separación por violencia a la sociedad le llama la atención que al maltratador se le deje tener la custodia de sus hijos.

Para la abogada, Blanca Ruíz,en nuestro sistema judicial la tutela efectiva no tiene los resultados que debería y que están garantizados en la Constitución. “La ley integral que regula y protege a las víctimas, deja siempre la puerta abierta a que el maltratador tenga patria potestad sobre los hijos. Cuando hay un maltrato, desde el primer momento, se debería de privar de la misma, hasta que ese padre haya pagado su pena o se haya rehabilitado a través de un proceso de reeducación de su conducta. De lo contrario, si el juez concede visitas, el maltrato continuará, porque son utilizadas para seguir controlando a la mujer y manipular a los hijos”.

Tras la mesa redonda, que fue moderada por la periodista Lola Gómez y en la que también estuvo presente la concejala del Partido Popular de Valdepeñas, Myriam Mayor, se dio paso a un café tertulia en el que los asistentes preguntaron a las expertas sobre casos y dudas respecto a este tema. Un acto que terminó con la exposición, por parte del grupo de teatro de Afammer Valdepeñas, de una serie de frases que a buen seguro mujeres víctimas del maltrato han pronunciado alguna vez, como: “por mis hijos tengo que aguantar” o “soy yo la culpable al 50% y no soy capaz de cambiar, pero por mis hijos hasta el final”.

Afammer Valdepeñas celebró un café tertulia para conmemorar el día contra la violencia...