Calleja ha explicado cómo se trataba periodísticamente el terrorismo en los inicios “con breves en los periódicos” y como hasta que los periodistas “fuimos capaces de informar sobre el tema del terrorismo pasó mucho tiempo, de las primeras víctimas que se iban en un breve hasta la información de los últimos años tuvieron que pasar muchos asesinatos, mucho dolor y una apuesta de algunos periodistas que tuvimos que ser beligerantes contra el terrorismo. Pues lo mismo ocurre con la violencia machista”.
Para Calleja no puede ser que vivamos en un país donde cada año 60 mujeres mueran asesinadas y que “no haya una sección en los periódicos que se llame violencia de género o machista. No puede ser que mueran hijos porque el marido o la pareja les asesina para hacer el mayor daño posible y que esto no tenga en estado de Shock a los Medios de Comunicación”.
Considera que los medios tienen una responsabilidad y esta se encuentra en elegir bien las palabras, las imágenes, en dar la proporcionalidad de la gravedad que tiene este problema: “Pensemos lo que estaríamos contando si cada año asesinaran a 60 futbolistas, políticos o jueces. Sin embargo, aquí hay mujeres que aún van en un breve en los medios o a la página de sucesos, o aquello que se decía cuando los primeros asesinatos terroristas 'algo habrá hecho'. Vamos a acabar de una vez por todas con el contexto exculpatorio de los criminales. Hay que ser beligerantes, porque están asesinando a mujeres y niños”.
José María Calleja también ha reconocido que se ha avanzado mucho en el tratamiento de estas noticias pero “aún no hemos sido capaces de abordar de manera proporcionada, a la gravedad del problema, los asesinatos de mujeres. La violencia machista es el problema más grave de violencia que tenemos en nuestro país en este momento, y no puede ser que nos limitemos a informar de la violencia machista entre asesinato y asesinato, porque sigue habiendo violencia machista, miedos, terrores, pánicos, silencios y deberíamos ser capaces de contarlo, lo mismo que ocurrió con el terrorismo donde ganamos la batalla informativa, porque entre asesinato y asesinato informábamos con la mirada de las víctimas”.
Para este periodista experto, falta un cambio de perspectiva en el que hay que mostrar imágenes respetuosas de las víctimas, coger testimonios de gente que sabe de lo que habla “y no de personas que pasan por ahí”. En este sentido, ha añadido que hay que enfocar la violencia que sufren las mujeres desde su propio punto de vista “algo que no se ha conseguido”. Para él aún falta trecho por recorrer y mientras haya mujeres que tienen miedo, que sufren en silencio, que se sienten marginadas, que no tienen la consideración de ciudadanas que todos tenemos que tener en una democracia “no podemos decir que vivimos en un país libre”, ha añadido.
