Esta iniciativa, que está teniendo mucho éxito tanto en Estado Unidos como en Europa, cuenta con una subvención del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
De esta forma lo ha presentado el concejal de Desarrollo Empresarial, Felipe Rodríguez, quien ha explicado que la iniciativa surge ante los obstáculos que la complicada situación económica está poniendo a empresarios y emprendedores a la hora de montar su propio negocio. "Queremos que el coste del alquiler de un despacho no sea un problema para el emprendedor y por eso desde esta concejalía queremos poner facilidades a esos emprendedores, para que donde depositen sus esfuerzos sea en crear un proyecto y llevarlo a cabo", según Rodríguez.
Una sala coworking es un espacio compartido entre distintos profesionales y emprendedores desde donde pueden desarrollar su trabajo. Así, la idea es que tanto profesionales independientes como emprendedores, autónomos o pymes puedan compartir un mismo espacio de trabajo, tanto físico y virtual, para desarrollar su actividad al tiempo que tienen la posibilidad de desarrollar proyectos conjuntos.
Y es que, además de un considerable ahorro en los costes, el espacio coworking conlleva otras ventajas para el emprendedor como la mejora de la comunicación entre distintos profesionales, de donde pueden surgir otros proyectos, además de un notable aumento de los contactos, algo muy importante para el empresario que empieza con su negocio.
Es por ello que, además de la sala coworking, se creará un hub de emprendedores, a modo de comunidad virtual, donde se llevarán a cabo talleres, presentaciones y actividades de interés para ellos.
Para ser beneficiario de esta sala coworking tan sólo "hay que tener un ordenador, ilusión y ganas de trabajar", según ha señalado Rodríguez. Así, desde el Ayuntamiento se creará una ordenanza que regulará las condiciones a tener en cuenta para poder utilizar esta sala coworking.
De momento, se pondrá a disposición de los emprendedores solamente una sala con capacidad para seis o siete personas. Pero si hubiera más demanda, se habilitaría otra sala.
Además, está dirigida tanto a nuevos negocios como a los ya creados con anterioridad y los beneficiarios deberán depositar una cuota mensual que rondaría los 50 euros, aunque no deberán pagar gastos de Internet, fibra óptica, luz, gas o agua. Igualmente, se les facilitaría un carnet identificativo y una serie de normas de utilización de la sala.
