jueves. 28.03.2024

El pasado 28 de septiembre se presentaba el proyecto de restauración de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Valdepeñas, uno de los lugares más emblemáticos de Valdepeñas. La primera fase del proyecto será el arreglo de la cubierta que costará unos 200.000 euros, un tercio del montante total, que consta de tres fases (cubierta, exteriores e interior y Sacristía), que será de unos 640.000 euros. Obras que están previstas se terminen en mayo de 2019, para que todo esté listo cuando se celebren los actos de la Coronación Pontificia de la Virgen de Consolación.

En Actualidad Valdepeñas, hemos querido conocer más de cerca este proyecto y nos hemos metido en el interior de la Iglesia y de la cubierta, que es la primera fase de la obra, con la Arquitecta y Directora de Obra, Gloria Ciudad, además de con Leticia Vivar, jefe de obra.

Con ellas hemos visto las necesidades de restauración que este edificio pide a gritos, sobre todo por seguridad, además de ver y conocer aspectos interiores de la iglesia que, a buen seguro, muchos valdepeñeros no conocen.

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Gloria nos explicaba y mostraba como la parte exterior, la fachada, está llena de huecos (agujeros) por el desgaste de los años y como la humedad ocupa (en la parte trasera de la iglesia-Plaza Constitución) una gran parte de la fachada, algo que es visible a los ojos de todos: hongos, líquenes, todo ello hay que limpiarlo, también hay depósitos de palomas y eso se debe quitar, así como consolidar la piedra para evitar el desgaste y la formación de esos huecos.  Esta será la segunda fase de la obra.

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La tercera fase, será la restauración del Interior y de la Sacristía. Entramos en la Iglesia y vemos como el pavimento está roto, disgregado, y con un desgaste del 100%, y que también será cambiado: “Aquí hay que elegir unos suelos a los que Patrimonio debe dar el visto bueno”, explica Gloria, quién también nos muestra como la Capilla Penitencial está deteriorada, la humedad la está invadiendo y es necesaria una buena limpieza, y reparaciones para permitir que los muros “respiren”.

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Al salir a la parte central de la iglesia vemos como en las cúpulas hay unas perforaciones que según nos cuenta la arquitecta eran para bajar por ahí antiguamente, a través de unas poleas, las lámparas de la iglesia, y que cuando subimos al interior de la cubierta vemos que están taponadas con unos grandes clavos de madera, algo curioso y en lo que nunca nos habíamos fijado, para que la suciedad que se acumula en esa cúpula no caiga por los agujeros, desde donde, y tras limpiar uno de ellos, hemos hecho una foto en la que se ve una parte del altar.

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Y llegamos a la cubierta. Tras rodear la iglesia y ver todos los deterioros exteriores y entrar en su interior para comprobar que también existen, nos adentramos en las estrechas escaleras que conducen a la cubierta, el campanario y al reloj (cerca de 200 escalones).

(Imagen de escaleras, desde el campanario hasta el reloj, previamente están las que van desde la parte de abajo de la Iglesia hasta ese campanario)

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Antes de llegar a la cubierta hay una estancia, el antiguo campanario, donde a buen seguro más de un monaguillo se ha colgado de la cuerda para hacerlas repicar. Un lugar, en el que se aprecia que en su techo, a modo de cúpula, hubo campanas y unas enormes grietas que están recubiertas y que debieron hacerse cuando el terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1.755), su onda expansiva también llegó a Valdepeñas.

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Entramos en la cubierta cuyas vigas son de madera, de finales del siglo XVIII las más modernas, del entablado una parte conserva la madera inicial y la otra parte la de la última reforma que se hizo en los años 1.971 a 1974.

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En la entrada a la cubierta sales justo encima de media cúpula, que es la que está situada al final de la iglesia, sobre el coro, desde ahí la vista es impresionante, tres cúpulas completas, una media cúpula, donde está el altar, y vigas de madera que sustentan la cubierta. Vigas que se apoyan sobre “almenas”. Nuestra espalda apoyada, antes de bajar al suelo, sobre una de las caras decoradas de la torre y que quedó oculta en una de las reformas realizadas en la cubierta.

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Pero no solo nos llama la atención ver las cúpulas, que también tienen que limpiar, puesto que están deterioradas, sino ver que a cada lado de la estancia hay unas columnas con sus capiteles, y capiteles pegados a la pared, sin columna. Gloria explica que  “es posible que esas columnas fueran pruebas de cantero o que al presentar desperfectos se optó por no utilizarlas al exterior”

Le preguntamos si es posible que todo el tejado de la iglesia, con sus especies de almenas pudiera haber estado alguna vez al aire, sin cubierta y nos responde que “no es posible porque no está la estancia preparada para la recogida de aguas y su evacuación”.

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Nos llama poderosamente la atención, los montículos de “defecaciones” de palomas que hay y que van a ser limpiados. Al preguntarle sobre este tema, Gloria nos dice que se van a poner unas mallas para que no entren las palomas, además de unos cables con electricidad, que son legales y aprobados por Patrimonio, para que no se acerquen las palomas. Estos animales, han provocado también un fuerte deterioro en el interior de la cubierta, que nosotros hemos podido comprobar.

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Tras ver lo que ya se está haciendo y lo que se va a hacer, nos subimos al campanario para ver como quedaron las campanas restauradas que se pusieron en el año 2015, un lugar donde el silencio reina por encima de todas las cosas y que solo es roto por el repicar de las mismas cuando llega su hora. Allí nos damos cuenta, por indicación de Gloria, que una de las campanas tiene labrada una pequeña lagartija.

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Gloria me invita a subir al reloj, al cual se accede por una gran escalera metálica, y una vez arriba como en una especie de pequeño hall de madera hay otra escalera más pequeña, también metálica, que te lleva hasta el reloj mismo. Escaleras tan fuertes que es imposible caerte, pero el vértigo de mirar hacia arriba y pensar que desde ahí solo ves cielo, hace imposible mi ascenso. Así es que desde abajo, desde el lugar donde están las campanas, miro arriba y me lo imagino. Pero lo más increíble de todo, es ver las vistas tan maravillosas que desde allí se tienen de la ciudad. Toda una experiencia a la que volveremos para mostraros como ha quedado esa restauración.

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LA IGLESIA DE LA ASUNCION

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, ocupa uno de los flancos de la Plaza Mayor de la localidad.

En planta tiene dos naves de influencia herreriana: la principal y la de San Lorenzo, de menor longitud, y una capilla manierista en el lado del evangelio.

En la nave principal se encuentra el retablo, copia del de 1553, destruido en la Guerra Civil, del que se conservan seis tablas que corresponden a un pre-manierista anterior a Correa de Vivar, que algunas hipótesis atribuyen a la Escuela de Hernando Yánez (discípulo de Rafael). Al final de esta nave, el coro sobre un arco escarzano.

En la nave de San Lorenzo, una obra de Gregorio Prieto con la figura de la patrona, la Virgen de la Consolación.

Al exterior tiene grandes contrafuertes, mitad inferior prismáticos y en la superior con columnillas que fueron soporte de esculturas desaparecidas.

En la fachada principal, al sur, la Puerta del Sol, de la segunda mitad del siglo XV, gótico-florido isabelino, en piedra caliza. Sólo queda de su tímpano un ángel con la corona de lo que sería el conjunto iconográfico de la Asunción de la Virgen, igualmente desaparecieron las figuras de los Apóstoles. Destaca un reloj de sol, una placa escrita en sefardí que habla de Mahoma, y un túmulo funerario, en el que está enterrado un feto de la Reina Isabel la Católica.

La Puerta de los Catecúmenos, formada por un arco de medio punto con alfiz y decoración franciscana, también de estilo isabelino. En el pasado estaba dedicada a la advocación de la Piedad.

La Puerta de la Umbría o Norte corresponde a la nave de San Lorenzo. Es del XVI, de estilo renacentista, con restauraciones de 1753 en su chapitel. Cuenta con una hornacina con el santo y escudos de la orden de Calatrava.

El 6 de octubre de 1977 fue declarada monumento histórico-artístico de carácter nacional, mediante un real decreto publicado el 12 de noviembre de ese mismo año en el Boletín Oficial del Estado.​ En la actualidad cuenta con el estatus de Bien de Interés Cultural.

En las fotos de abajo podemos ver la cubierta (desde la plaza de España) donde se están acometiendo las obras, el reloj de sol que hay en la fachada de la Iglesia, escaleras tapadas que bajan hasta la planta baja desde la cubierta, una viga (se ve el deterioro de las defecaciones de palomas) que se sustenta sobre una de las cúpulas, el hueco que hay dentro de la cubierta, debajo del cual está el altar, la torre que quedó oculta en una de las reformas realizadas en la cubierta, detalle de unas caras y espadas de hierro en la puerta principal (cerrojo que cierra esa puerta-Plaza España) y que data del siglo XVIII, detalle de la puerta trasera (Plaza Constitución), 

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La Iglesia de la Asunción de Valdepeñas, vista desde dentro