viernes. 26.04.2024

Al pan...pan. Y al vino...vino

Vivimos tiempos difíciles. La incertidumbre nos retrata unos políticos  que les parece preocupar muy poco el país.  Los  ciudadanos en permanente debate interno, sin saber si  pasar de todo o “el rio revuelto ganancia de pescadores” que anima a competir por un puesto en la política local, que es donde se gana dinero.

Vivimos tiempos difíciles. La incertidumbre nos retrata unos políticos  que les parece preocupar muy poco el país.  Los  ciudadanos en permanente debate interno, sin saber si  pasar de todo o “el rio revuelto ganancia de pescadores” que anima a competir por un puesto en la política local, que es donde se gana dinero.

El “estado del bienestar se está hundiendo” en medio de una generosa concesión de pensiones que  hasta el 2000, animó la creciente “invasión” de subsaharianos, moros, e inmigrantes varios en busca de  una  prosperidad subvencionada con nuestros impuestos.

No veo a nuestro pueblo en la decadencia y más bien cada año que pasa descubro más potencialidades que se hacen visibles en el ambiente lúdico de nuestras recientes Fiestas del Vino.

El nivel de optimismo supera con creces el ambiente que he vivido desde  2012, a pesar de  la creciente “cultura del subsidio”… y las pocas ganas de trabajar de algunos.

Aunque las perspectivas de la política nacional no son nada halagüeñas,  resulta reconfortante descubrir tantas situaciones de concordia aunque rescoldos de envidia, pongan difícil el reconocimiento de nuestra potencialidad  en medio de tanta iniquidad que nos atrapa…

El 40,73% de los votos que obtuvo el PP en Valdepeñas, 25,74 el PSOE, 15,74 Podemos, y 15,24 Ciudadanos… hacen imaginar a nuevos aspirantes su posibilidad de infiltrarse en futuras listas, seguros de conseguir “algo”…

Habrá sorpresas: la postura del PP y del PSOE a nivel nacional ¿podrán por fin cambiar la orientación de las votaciones?

Estamos con suerte y orgullosos “porque nuestro pueblo es diferente”. No hay más que ver el comportamiento en elecciones municipales donde se premia la eficacia local por encima de vanidades ilusoria de una oposición que no levanta cabeza, entre sus contradicciones y “tic-tacs” absurdos.

 “Al pan… pan y  al vino… vino”...  Felices fiestas.

Al pan...pan. Y al vino...vino