sábado. 20.04.2024

Apotegmas VIII de Juan de Portoplano

El de Portoplano como si del estómago de la ballena emergiese-retumbase-evaporase-naciese surgió por las calles de su lugar, como siempre observando y observándose, mirando y mirándose más dentro que fuera, más fuera que dentro, intentando armonizar las dos posturas, los dos mundos, o solo un mundo con múltiples espejos-lunas-reflejos-prismas-caleidoscopios.

- Dirán que muchas de mis frases es el no-estilo, y me encojo de hombros, pero pienso después están hablando todo el día de investigación y creatividad e innovación.

- ¿Cuándo un juicio-concepto-idea-enunciado-proposición-deseo-pasión-emoción es para ti autoevidente? ¿Qué rasgos conceptuales y empíricos debe tener, un juicio equis o concepto equis para que para ti sea evidente, es decir, real, verdadero, verídico, y si es posible bueno moral y bondadoso…?

- El bien y la bondad como creadora de bien y de bienes. Y el mal y los males como creadores y productores de mal y de males. ¿Usted tiene que escoger cada día, si una palabra es buena o no lo es, un gesto si es bueno o no lo es, un acto si es bueno o no lo es…?

- ¿Lo que creemos es verdad o no es verdad, se debe a la realidad en sí exterior al sujeto, o se debe a las redes neuronales que se forman o conforman dentro del sujeto que indica si algo es verdad o no lo es, o a una combinación de ambos mundos y en qué combinación…?

- “Dice Wittgenstein afirmar “que este sillón es marrón”. Demostrarla sería una argumentación demasiado larga. ¿Pero me pregunto, si dijésemos y midiésemos con sistemas ópticos y electrónicos y dijésemos algo así: “este sillón refleja la luz a tal nivel o cantidad, y a ese reflejo nosotros lo denominamos marrón”?

Ya solo sería fijar el reflejo de la onda de luz, a qué nivel o cantidad o numeración. Por tanto, habríamos convertido un enunciado diríamos perceptivo y experiencial cultural, a un nivel científico y empírico.

¿Podríamos cientos de cuestiones que hoy intentamos resolver del modo clásico humanístico y filosófico intentar mostrarla y demostrarla y enunciarla con ayuda del método y del lenguaje científico?

- Mira con mesura y prudencia, mírate con mesura y prudencia.

- No desprecies al que supuestamente tiene poca cultura académica, porque puede tener mucha cultura popular, y la cultura popular es la destilación durante siglos o milenios de ideas y de conceptos y de prácticas, por lo cual, quizás sepa del mundo y de las grandes cuestiones más que tú, aunque no de libros, además no desprecies la inteligencia y el ingenio de los demás, más ahora, que todo el mundo recibe tanta información desde tantos sitios. Pero tampoco seas ingenuo, la mayoría de seres humanos se arrastran y se llevan y se conducen por deseos y pasiones y pulsiones e instintos y líbidos no totalmente racionales.

- Solo existen los escritores y pensadores que son editados por grandes editoriales mundiales, solo existen los artistas plásticos que son expuestos por grandes galerías internacionales. Los demás, en mayor o menor grado, solo creen que son y están en el mundo de la cultura, pero unos más que otros, solo se mueven en la franja del silencio. Puede que mañana, dentro de equis tiempo, alguno medio olvidado u olvidado del todo se recupere, pero quién sabe cuándo y cuánto y quién, y en cuánta proporción.

Al final, solo puedes observar, pensar, escribir, pintar para ti mismo, para tu alcanzar mayor grado de verdad y bondad y belleza y racionalidad, y si alcanzas algo, te conformas y esa es tu paga, después presentas algo del trabajo a los demás, que por lo general lo ignorarán. Y ya se ha terminado. Porque puedes pasarte toda la vida, treinta o cincuenta años, que los interlocutores e intermediarios culturales valoren tu trabajo en el saber que te dediques, y durante décadas ignorarte, y al final, perderse todo, toda la construcción cultural que hayas realizado.

- No desprecies al hombre o a la mujer, a lo humano, a la humanidad, porque tú eres también humano y humanidad, hombre o mujer.

- Cómo se suele decir, cuánto daría en vez de millones de cuadros con el rostro del Nazareno, tener una, solo una fotografía de su rostro, pues eso digo yo, cuánto daría en vez de tener cientos o miles de frases sobre cientos o miles de temas, tener una frase o ecuación o demostración exhaustiva o universal sobre ese tema o cuestión.

- Quien espera el juicio de Dios, puede que esté en el error hoy, pero al menos piensa que la bondad alguna vez triunfará definitivamente.

- Tengo sueño y estoy cansado. Estoy cansado de tanto intentar observar y pensar. Así de ese modo se iba alejando el de Portoplano de las calles de su ciudad-barrio-pueblo. Al final, a la luz de la lumbre cada uno se mira en el silencio del resilencio.

Apotegmas VIII de Juan de Portoplano