jueves. 18.04.2024

Regalo de Navidad

Vivimos envueltos en la mentira. Los partidos políticos centran sus estrategias en ampliar su espacio electoral. En lenguaje “román paladino”: centran sus esfuerzos en buscar votos para alcanzar el poder. ¿Es malo? No. Pero si la labor política se queda ahí, sí que es malo. Parece más razonable que se estudien estrategias con el fin de alcanzar la posibilidad de poner en práctica las propuestas que presentan.

Pero no. Estamos muy lejos de ese panorama. Aquí los estudios se basan en mostrar a ver quien es más corrupto, pero sin el más mínimo interés en descubrirlo y evitarlo. Aquí no se visualiza otra actividad que no sea a ver que hacemos contra los impresentables, que lo son, Pujol, Puigdemon, Torra y demás comandita. Aquí se lucha por ver quien tiene la bandera más grande y los mensajes más duros contra el adversario. Aquí solo se estudia a ver quien engaña más sobre el problema de la inmigración o del separatismo. Aquí solo percibimos los acercamientos incoherentes e indignos hacia éste o aquel partido, para frenar la sangría de votos.

Y cuando surge un Gobierno, que al menos intenta poner soluciones a los gravísimos problemas que sufrimos, se lanzan sobre él, como alimañas, pensando: ¡A ver si se va a llevar la medalla y gana votos! Esa es la indecente estrategia que percibimos los ciudadanos. ¡Cómo no vamos a estar desencantados! Desencantados y encolerizados con esos sectores políticos y mediáticos que solo buscan cargarse al adversario.

Señores del Gobierno: Desmonten con toda claridad la gran mentira en la que nos han envuelto durante la crisis. Todo ha sido mentira. Todos los Marhuendas empeñados en demostrarnos que Rajoy lo ha hecho muy bien, que no se puede hacer otra cosa, que no hay dinero para más. Mentira. Somos la cuarta economía de Europa y la décima del mundo, y sin embargo somos campeones en corrupción, desigualdad, precariedad, y pobreza. Algo no encaja. Falla el modelo económico. Fallan las estructuras políticas y sociales. Ese es el más importante problema que tenemos. Y los responsables de haber llegado hasta aquí, hablando de banderas, toros, caza o belenes. Ya basta. Pedro: Regala a los ciudadanos, al menos, la percepción de que tienes la decidida y honesta intención de arreglar esto.

Regalo de Navidad