domingo. 28.04.2024

Cantidad frente a calidad

En el pleno de Noviembre se respondió a las preguntas que había realizado este concejal un mes antes sobre las escuelas municipales deportivas. Merece la pena comentar las respuestas ya que muestran como se entienden determinados servicios municipales en Valdepeñas.

En el pleno de Noviembre se respondió a las preguntas que había realizado este concejal un mes antes sobre las escuelas municipales deportivas. Merece la pena comentar las respuestas ya que muestran como se entienden determinados servicios municipales en Valdepeñas.

Las escuelas municipales deportivas en Valdepeñas son un servicio municipal gestionado por los clubes deportivos de la ciudad. Para ello, se suscribe un convenio en el que el Ayuntamiento establece las condiciones de esa gestión. Las preguntas que se ponían sobre la mesa incidían en tres aspectos: no se obliga a que los técnicos tengan ninguna formación simplemente se hace una recomendación;  los directores deportivos no tienen tan siquiera dicha recomendación; y la formación que se recomienda en el convenio, no es una titulación oficial según lo establece el Consejo Superior de Deportes.

Empezaré por esto último y sin profundizar ya que es una cuestión más técnica, en la que influye la legislación autonómica y algo más tediosa para aquellos que no estén profesionalmente en el sector. La afirmación del concejal de Deportes de Valdepeñas asegurando que "la formación en este país la regula el gobierno a través de las federaciones" no es cierta a día de hoy. Las titulaciones oficiales que el Consejo Superior de Deportes recomienda para trabajar con niños y adolescentes pueden obtenerse tanto por la Universidad, por las federaciones o por centros de formación privados que desde hace tiempo están impartiendo dicha formación. Todas ellas reconocidas por el gobierno central en su R.D. 320/2000 y de aplicación en todo el territorio español.

En segundo lugar, actualmente no hay ninguna obligación para que los técnicos de las escuelas municipales tengan una cualificación. Querer hacer pensar que si existiese tal obligación las escuelas municipales no podrían existir porque no habría suficientes monitores cualificados es evitar el problema. Debemos de exigir a los monitores que tienen a su cargo grupos de niños y adolescentes un nivel formativo adecuado de modo que estemos preocupándonos por su educación. Y si tal déficit existiese, apoyar y facilitar la cualificación de los monitores o buscarlos mediante ofertas de empleo, pero nunca renunciar o postergar que unas escuelas municipales cuenten con profesionales capacitados.

Por último, y otro de los aspectos más preocupantes es que a las personas que dirigen las escuelas deportivas, directores o coordinadores, responsables de presentar, supervisar, ejecutar y evaluar los proyectos, sus programas didácticos, metodologías de enseñanza que se desarrollan en las escuelas, no se les exija ninguna cualificación oficial. La formación y educación de nuestra sociedad debe trabajarse en todos los ámbitos, y el deportivo es uno más. La respuesta del concejal en este asunto da una visión de la nula preocupación que existe desde la concejalía por una escuela municipal deportiva de calidad.

Si Valdepeñas tiene cada día más número de niños practicando deporte es algo por lo que nos debemos alegrar. Pero si desde el gobierno municipal no existe ningún atisbo de preocupación porque el servicio de escuelas municipales sea de calidad, nos vemos en la obligación de exigirlo. Detrás de este interés constante en hablar del aumento de niños practicando deportes y escuchadas las respuestas, no se esconde, sino una clara actitud política. La del servicio público al servicio de la política. No hay una preocupación real de que este servicio sea de calidad, simplemente hay un interés porque revierta algún punto positivo y vendible en unas siguientes elecciones.

Siempre que el Ayuntamiento opte por la gestión de un servicio municipal a través de un ente privado, desde UCIN exigiremos que se preocupe de la calidad del mismo, más allá de vender un número a la prensa. 

Cantidad frente a calidad