El día 2 de Mayo sufrí una torsión de estómago… Empecé a encontrarme mal alrededor de las doce de la noche, con vómitos horrorosos de espuma blanca y espesa. Mi dueña llamó por teléfono a mi veterinario y en quince minutos se presentó Luis, mi héroe, en la consulta. Me hizo una radiografía y enseguida supo lo que me pasaba: TORSIÓN DE ESTÓMAGO, me tenían que operar o moriría. Entonces empezó a luchar por mi vida, me puso un calmante y me punzó el estómago para sacarme los gases, ¡qué alivio sentí!. Al ratito llegaron Lola y Emilio (mis otros dos héroes), me tranquilizaron entre todos porque tenía mucho miedo, estaba aterrorizada, me durmieron y empezaron a operarme a la una y media de la madrugada. Lucharon por mi vida durante unas 3 horas, y LO CONSIGUIERON, a pesar de que mueren muchos perros por esta causa, fueron capaces de salvarme. Me colocaron el estomago en su sitio y me lo han cosido a la pared abdominal para que no me vuelva a pasar.
Gracias Luis, que dejaste a tu novia y amigos plantados por mí.
Gracias Lola, que dejaste a tus niños con su papá por mí.
Gracias Emilio, que te desplazaste desde tu pueblo de madrugada por mí.
Y gracias Manuela, que nunca te enfadas conmigo por revolucionar a todos los perros que hay en la clínica con mi nerviosismo, o por acudir alguna vez que otra sin cita previa. ¡Pero es que me pasan tantas cosas que no me acuerdo de pedirla! Y como sé que siempre estáis ahí para lo que necesite…
Gracias a los tres estoy VIVA, alegre, contenta y disfrutando cada día con mi familia,
BLANCA
P.D. Luis, ¡me cuidaste muy bien el domingo siguiente a mi operación! ;-)
