Ana Cruz, cabeza de lista en las elecciones autonómicas de mayo por la provincia de Cuenca, ha puesto en valor el trabajo que Izquierda Unida viene realizando para fraguar, con la ciudadanía en su conjunto, un nuevo proceso constituyente capaz de dar la voz al pueblo y conseguir un marco normativo pensado para la mayoría y no para una minoría, como sucede ahora.
Así, Cruz ha manifestado como, en la actualidad, los derechos sociales y económicos, los servicios públicos, el trabajo o la vivienda son derechos sobre el papel que no terminan de concretarse en el día a día. Además, en los últimos tiempos no solo no se avanza hacia su total cumplimiento, sino que se han deteriorado, recortado y privatizado a través de políticas neoliberales.
Además, Cruz ha recordado como en el actual sistema político, la representatividad política, el pluralismo que, sin lugar a dudas, existe en nuestra capital y provincia, está seriamente dañada por una Ley Electoral que ha mantenido los privilegios de unos cuantos durante décadas y que, para colmo, ha visto como De Cospedal retorcía un poco más para favorecer sus intereses con una disminución de diputadas y diputados que marca, de hecho, un mínimo inasumible para entrar en las cortes.
No serían, para Cruz, las únicas cuestiones que indican la necesidad de este proceso. La instrumentalización de los medios de comunicación, púbicos y privados, por el poder económico que cierra el acceso a las minorías o la lenta administración de justicia, que además mantiene un número record de presos (70.000) pero es incapaz de atajar la corrupción.
A estas cuestiones, y para concluir, Ana Cruz ha añadido, como un problema a revertir, el modelo de Estado monárquico, con una casa real opaca, blindada a la responsabilidad legal y una ley de memoria histórica insuficiente y que no se cumple.
