"La eliminación de la Sindicatura de Cuentas ha supuesto menos gasto, más control y más transparencia", ha afirmado Romaní. "El resultado es que las cuentas de Castilla-La Mancha están claras y son la representación exacta y precisa de lo que la región ha ingresado y gastado".
"Lo que se deriva y deduce es una gestión rigurosa y responsable, que tiene respeto por los impuestos que a los ciudadanos les cuesta tanto pagar, que es transparente y permite saber en qué gasta la Administración y tener una Administración que resuelve y no crea problemas a los ciudadanos", ha añadido.
Respecto a las observaciones que contempla el Tribunal de Cuentas, Romaní ha apuntado que "son formales" y que todas ellas serán tenidas en cuenta, "depuradas y subsanadas para evitar que se repitan". Además, aunque ha apuntado que el informe señala que "hay déficits", ha dicho que "ninguno es importante".