viernes. 10.05.2024

Pavlichenko

Hoy, como Día Internacional de la Mujer, y aprovechando el año tan revolucionario que tenemos (centenario de la revolución rusa), me gustaría hablar de dos mujeres que considero imprescindibles para la historia de la humanidad. La primera, Lyudmila Pavlichenko, valiente mujer que nació en Ucrania en 1916 y tristemente murió en 1974. Conocida como la mejor francotiradora de la Segunda Guerra Mundial y combatiente del Ejército Rojo. Condecorada con los más altos reconocimientos de la URSS (la Orden de Lenin y Héroe de la Unión Soviética), fue la responsable de la muerte de 309 soldados nazis. 

Lyudmila-Pavlichenko-sofrep-deadliest-female-sniper1_zpsaj8zubvx (Copiar)
Lyudmila Pavlichenko

Hoy, como Día Internacional de la Mujer, y aprovechando el año tan revolucionario que tenemos (centenario de la revolución rusa), me gustaría hablar de dos mujeres que considero imprescindibles para la historia de la humanidad. La primera, Lyudmila Pavlichenko, valiente mujer que nació en Ucrania en 1916 y tristemente murió en 1974. Conocida como la mejor francotiradora de la Segunda Guerra Mundial y combatiente del Ejército Rojo. Condecorada con los más altos reconocimientos de la URSS (la Orden de Lenin y Héroe de la Unión Soviética), fue la responsable de la muerte de 309 soldados nazis. 

Es mítica ya su famosa frase, en la que un periodista le preguntaba: “¿A cuántos hombres ha matado?”, a lo que ella contestó: “Hombres ningunos; nazis, 309”. En la capital ucraniana, mientras trabajaba como obrera, se apuntó a un club de tiro y se convirtió en francotiradora. Ya en 1937, empezó a estudiar la asignatura de Historia. Pero tras la Operación Barbarroja por la que la Alemania de Hitler ocupó la URSS, Pavlichenko se alistó rápidamente para combatir el fascismo, y acabó en la 25ª División de Infantería del Ejército Rojo. Con un rifle de cerrojo Mosin – Nagant, en la Odesa ejecutó a cerca de 187 nazis. En mayo de 1942 ya empezó a hacer famosa por su gran número de alemanes acertados con tan solo 25 años.  Sin duda, fue una de las grandes heroínas de la Segunda Guerra Mundial, y a la que debemos mucho.

Y por último, Valentina Tereshkova, la primera mujer astronauta. En 1963, con 26 años, a bordo del Vostok 6, se convirtió en la primera mujer y el primer civil en viajar al espacio. Lo curioso es que Valentina tenía vértigo, pero lo ocultó a sus superiores para llegar “hasta lo más alto”, pero con su problema, sufrió mareos y vómitos durante los tres días que duró su viaje. Fue condecorada con grandes reconocimientos: Héroe de la URSS, la Orden de Lenin, la Orden de la Revolución de Octubre, la Orden de la Bandera Roja del Trabajo, la Orden de la Amistad de los Pueblos, la Medalla al Trabajador Veterano, el Premio Lenin, el Maestro Honorario en Deportes de la URSS, la Orden de Karl Marx, La Orden del Sol del Perú, la Orden de Bernardo O’Higgins y Piloto – Cosmonauta de la URSS. Y al igual que su compañero de profesión, Yuri Gagarin, “tampoco vio ningún dios por aquí arriba”. 

valentina-tereshkova-1962 (Copiar)

Pavlichenko